Guatemala: “El Estado opone resistencia a los cambios”
29 de diciembre de 2016La Guerra Civil de Guatemala duró 36 años: de 1960 hasta 1996. Fue uno de los conflictos bélicos más brutales en la historia del continente latinoamericano. Las violaciones se llevaron a cabo de forma sistemática y como arma de guerra. Hoy, hace 20 años, finalizó el Conflicto Armado Interno, como se conoce en el país, con la firma del acuerdo de paz entre el Gobierno de derecha y la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URNG).
"Un medio para exigir justicia”
Alberto Fuentes camina por un pasillo, donde se agolpan las cajas de cartón hasta llegar casi al techo del edificio, donde se guardan los documentos en el Archivo Histórico de la Policía Nacional. En su interior se encuentran 80 millones de documentos de la época entre 1882 y 1996. Entre ellos, las transcripciones de los interrogatorios, informes y fotos de la guerra civil, explica el archivero. "El archivo cumple una función relevante. Nos acercamos a la verdad. Es un medio importante para exigir justicia", explica.
Más de 200.000 personas fueron asesinadas durante la guerra civil. El Ejército destruyó pueblos mayas enteros para evitar el apoyo a la guerrilla. 45.000 personas están registradas como desaparecidas. Alrededor de cien trabajadores intentan, en el archivo, poner nombre a los muertos desconocidos. Muchas familias acuden a este edificio para buscar información sobre sus familiares. "Al igual que antes no contamos con una ley que posibilite la creación de una comisión de investigación para las víctimas desaparecidas de forma violenta. Tenemos permanentemente que luchar contra un adversario: el Estado”, aclara Fuentes.
Donaciones del extranjero
Por parte del Gobierno, el archivo no recibe ningún apoyo financiero, dice. Se puede mantener activo gracias sobre todo a donantes de Suiza y Suecia. El Gobierno anterior negaba la existencia del archivo policial, incluso se mantuvo escondido. No fue hasta 2005 cuando se encontró en una construcción en ruinas. Ya pasaron 20 años desde el fin de la guerra civil y el país, al igual que entonces, sigue teniendo graves problemas sociales y de violencia. Sin embargo, la sociedad ha cambiado, dice la defensora de los derechos indígenas, Manuela Alvarado López: "Ha tenido lugar una movilización social en los pueblos, en las comunidades. Se han creado nuevas organizaciones de la sociedad civil. Pero el Estado opone resistencia a los cambios”, explica.
Durante muchos meses en 2015, la gente salió a la calle a protestar contra la corrupción. Los guatemaltecos lograron con éxito derrocar a Otto Pérez Molina de su cargo. Por un momento, reinó el espíritu optimista en el país. Sin embargo, el nuevo presidente, Jimmy Morales, no está a favor de las reformas fundamentales. La revisión de la sangrienta guerra civil tampoco avanzará bajo su mandato.