¿Ha muerto la Expo?
9 de agosto de 2002La exposición internacional 2004 no tendrá lugar, declaró ayer el Primer Ministro francés. La muestra iba a realizarse al norte de París entre mayo y agosto de 2002 y tendría como tema la imagen. Hace poco más de un mes el Primer Ministro Jean Pierre Raffarin pidió un informe a la Oficina Internacional de Exposiciones acerca de las finanzas, el compromiso real de los países y las perspectivas de afluencia. El resultado ha dejado que desear: menos de diez países han confirmado su asistencia. Escasísimo interés para un proyecto que costaría 395 millones de euros. Así que por catalogarlo de "riesgo financiero", el actual gobierno liberal-conservador canceló un proyecto aprobado por el anterior socialista. Como cabía esperar, los socialistas opinan que es un castigo para la región, que se pierde los 60 millones de euros ya invertidos y que ésta es una decisión política. Quizás. Sin embargo, una mirada hacia atrás permite un análisis menos apasionado.
La primera en un palacio de cristal
Por iniciativa británica secundada luego por otros países europeos se organizó la primera exposición internacional que data de 1851 y tuvo lugar en Londres en el Palacio de Cristal. Se trataba de lograr un espacio agradable para el comercio internacional. Gran Bretaña y sus colonias y 94 otros países participaron. Nunca antes había habido una reunión de tal magnitud. Decorados con palmas, los salones de esta primera gran feria mundial albergaron desde la novísima locomotora hasta el más preciso reloj del viejo mundo; las colonias pudieron presentar sus materias primas, sus artesanías y sus animales "exóticos". La exposición fue un éxito, más de 6 millones de personas acudieron. En claro quedó que Gran Bretaña regía el comercio y la industria del mundo. La época del proteccionismo había pasado y las redes internacionales eran el futuro.
La cuarta y más famosa
Con la Torre Eiffel y la Galería de las Máquinas, el siglo 19 logró sus obras de ingeniería más famosas. Ambas fueron construidas para la cuarta exposición mundial en París. Aunque la Torre Eiffel no persiguiera ningún propósito concreto, se convirtió enseguida en el símbolo de la ciudad. En esta exposición, los visitantes pudieron observar, maravillados bajo sus casi flotantes construcciones de hierro, máquinas de vapor, dínamos eléctricos e incluso extrañas danzas de pueblos exóticos. Era la primera vez que los europeos se veían confrontados masivamente a culturas y mundos extraños.
La Expo 2000
Ya antes de que comenzara la Expo de Hannover en el año 2000, el escepticismo cundía y la pregunta latente era: ¿en plena globalización, cuando los negocios se cierran vía internet, se justifica la existencia de las exposiciones mundiales? Se quiso, entonces, hacer una Expo de otro tipo. Ya no sería una muestra de las naciones y sus productos, sino que se concentraría en los problemas del planeta, la pobreza y la superpoblación. Su lema fue "Hombre – Naturaleza – Técnica".
173 países participaron, y se esperaba 40 millones de visitantes. Pero, al parecer, los problemas de las naciones no encontraron interés en el público y sólo se vendió 18 millones entradas. Muchos de los escasos visitantes se interesaron más por el parque temático que por la exposición misma. La masiva campaña publicitaria que se organizó tardíamente no pudo evitar la catástrofe: en más de 1200 millones de euros se estima la pérdida. La Expo 2000 fue la primera exposición que tuvo lugar en Alemania. ¿Habrá sido la última en el mundo?