Hallazgo histórico
21 de junio de 2004"Creo que se trata de una carabela de Colón", dijo el físico Pieter Grootes y añadió "pero no lo puedo probar". Grootes, profesor de investigación isotópica y datación en la Universidad de Kiel, había recibido cuatro pequeñas muestras de madera provenientes del buque naufragado más antiguo que jamás haya sido descubierto en el nuevo mundo. Los restos de este barco, hallados en la costa panameña, atraen ahora tanto a científicos como a buscadores de tesoros.
Método casi perfecto
Por medio del complejo método de datación C14 (carbono 14) Pieter Grootes había logrado determinar que la madera databa de la época entre 1449 y 1490. Lo que no le permite descubrir su método es la fecha en la cual fueron talados los árboles, a partir de los cuales fue construido el barco. El científico espera que las muestras de madera del casco del navío revelen nuevos datos.
Buscando a un pirata...
Los reporteros alemanes del programa "Spiegel-TV" dieron con el buque naufragado cuando se encontraban en el Caribe investigando vida y obra del pirata Henry Morgan. Corría el rumor de que en el fondo de la bahía de Nombre de Dios yacían los restos de un barco antiquísimo. El camarógrafo submarino, Karl Vandenhole, se dispuso inmediatamente a explorar el terreno. Pero, a primera vista sólo se podía ver un gran colina verde. Luego de la decepción inicial, Vandenhole logró divisar los antiguos cañones del buque y las correspondientes balas de piedra.
El mundo mira a Panamá
Entretanto hay especialistas en el mundo entero dedicados a analizar el espectacular hallazgo, como por ejemplo el investigador de temas latinoamericanos Juan Gil, en Sevilla. En el Archivo Nacional de Indias de aquella ciudad se encuentran las fuentes escritas en torno al descubrimiento de América, así como los escritos originales de Cristóbal Colón. Según informan los reporteros de "Spiegel-TV", los mejores arqueólogos submarinos del mundo están investigando este caso, en la Texas A&M University.
En Panamá el hallazgo de una posible carabela de Colón interesa no sólo a los científicos y ahora surgen ya las primeras disputas entre los buscadores de tesoros y los institutos arqueológicos gubernamentales, que se esfuerzan en hacer un análisis histórico del objeto en cuestión.
Clemens Höges, periodista del "Spiegel", estima que pasarán aún de cuatro a cinco años hasta que se obtengan datos precisos sobre la edad del buque naufragado. Esperemos que los "piratas" de hoy dejen trabajar a los científicos en paz.