Hamburgo: legendario escenario porteño
15 de abril de 2006
Pese a la brisa marina que azota el cabello, el graznido de las gaviotas y las velas que ondean al viento en el horizonte, Hamburgo no da directamente al mar. Sin embargo, su relación con el agua es muy estrecha debido a los ríos que atraviesan su casco urbano: el Elba y el Alster. A su alrededor, en la zona sur, se despliega el centro urbano con el lujoso ayuntamiento, los portales, los comercios y las galerías comerciales.
Algo más al norte, el Alster aparece rodeado de mansiones, desembarcaderos, parques y jardines: un lugar idílico salpicado de corredores, remeros y toda suerte de deportistas que lo han tomado como campo de entrenamiento. Desde el Alster y atravesando los muchos canales se puede llegar a las zonas más insospechadas de la ciudad. Y es que Hamburgo es una ciudad para recorrerla en barcas.
Hamburgo, con 1,7 millones de habitantes, es después de Berlín y antes que Múnich, la segunda ciudad más grande de Alemania. Aquí se sienten a gusto aquellos a los que Berlín les resulta demasiado burdo y tensionante, pero Múnich les parece un tanto aburrido.
Un puerto incansable
El río Elba separa la ciudad del puerto. Las olas grises pegan con fuerza contra los buques que surcan decididamente las corrientes de agua. Igualando al río, la frenética actividad de muelles y grúas nunca se interrumpe. Las sirenas de los barcos y el grito de las gaviotas son los sonidos más característicos de esta metrópoli del norte de Europa. Desde los gigantescos depósitos y almacenes de mercancías llegan hasta la ciudad los aromas de café y especias exóticas. Hamburgo es desde hace más de un siglo punto de llegada y partida para gigantescos buques procedentes del mundo entero. El puerto germano con mayor capacidad de almacenaje es uno de los más laboriosos de Europa. Aquí se cargan y descargan todos los años 80 millones de toneladas de mercancías.
Famosa zona "pecaminosa"
Mientras tanto en la ciudad, cuando se encienden las luces en el puerto, despierta el barrio de St. Pauli, la zona de diversión, famosa por su barrio erótico en torno a la Reeperbahn. La mayoría de los bares de striptease y los prostíbulos parecen hoy más bien reminiscencias de otros tiempos "más pecaminosos". La mayoría de los visitantes prefiere bailar a presenciar bailes sobre las mesas. En pocos lugares del mundo hay una densidad tal de bares y discotecas abiertos hasta el amanecer durante toda la semana. En el barrio de St. Pauli, o Kiez -como lo llaman los hamburgueses- se encuentra la escena musical de la ciudad. Allí es donde los Beatles comenzaron a labrarse su fama en los años 60. Hoy es estación obligada para todos los grupos musicales y pinchadiscos del mundo entero.
Escenario de los medios
Ya sea el mar, los barcos o el barrio de St. Pauli, las productoras de cine y televisión de esta ciudad cuentan con muchos y diversos escenarios. Tampoco les faltan historias que rodar. De hecho, no hay ciudad en Alemania, escenario de tantos rodajes, como Hamburgo. Es aquí donde se produce el Tagesschau es el noticiero más antiguo de la televisión germana y el de más éxito. Sus presentadores son casi una institución del periodismo en Alemania. También la prensa escrita tiene su bastión en Hamburgo: allí se edita el diario sensacionalista Bild, el prestigioso semanario Die Zeit y la revista Spiegel, además de varias de decenas de periódicos y revistas, que nutren al país de titulares, informaciones, cotilleos, noticias mundiales y locales. La agencia de noticias alemana dpa también tiene allí su sede. ¿Será el gran capital, su situación geográfica, el ambiente porteño, las gaviotas o la neblina nórdica o la combinación de todo ello lo que atrae tanto? Sea como fuere, claro est¡a que Hamburgo es una gran leyenda.