1. Ir al contenido
  2. Ir al menú principal
  3. Ir a más sitios de DW

Hamás reconoce implícitamente a Israel

Luna Bolívar Manaut27 de junio de 2006

La UE reaccionó con prudencia, pero con esperanza: el acuerdo entre Fatah y Hamás supone el reconocimiento implícito del Estado de Israel y la renuncia a la violencia de los palestinos, y es bienvenido en Europa.

https://p.dw.com/p/8ghD
Abás y Hanija en Gaza.Imagen: AP


Alemania despertó esta mañana con la noticia de que Israel preparaba una gran ofensiva contra la franja de Gaza: una ofensiva destinada a ser dura y larga. Desde la noche anterior, en las fronteras con los territorios palestinos el ejército de Israel iba formando batallones preparados para el combate. En el punto de mira se encontraban los dirigentes políticos de Hamás, considerados responsables de los secuestros de un soldado y un colono, al ser ellos los cabecillas de las milicias que mantienen cautivos a los dos israelíes.

Gaza Israel lässt Truppen aufmarschieren
Israel prepara sus tropas.Imagen: AP

Kofi Annan en Nueva York, Condoleezza Rice en Washington y Javier Solana en Bruselas hacían un desesperado llamamiento a la calma para evitar una nueva oleada de violencia. Finalmente, la ficha se movió al otro lado de la frontera: los esfuerzos de Mahmud Abás por lograr concentrar al gobierno en torno a una solución pragmática que permita la supervivencia internacional de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) parecen haber topado finalmente con el sentido común de Hamás. Si la operación israelí de castigo queda con ello paralizada hasta nuevo aviso está aún por ver.

"Plan de los prisioneros"

Abás amenazó a las fracciones políticas palestinas con someter el "plan de los prisioneros" a referéndum popular si éstas no llegaban entre ellas a un acuerdo. Había incluso fecha para la consulta, el 26 de julio, que al mismo tiempo fijaba el plazo que la clase política tenía para decidir si quería una solución por las buenas, o por las malas.

La sangre no tuvo que llegar a las urnas, si en semejante conflicto se permite la expresión. Seguramente el referéndum no se lleve a cabo, ya que todo indica que esta tarde Abás y el jefe del gobierno palestino, Hanija, ratificarán en nombre de Fatah el primero, y de Hamás el segundo, el famoso documento que bautizado en honor a sus redactores: un grupo de palestinos de importante significado político, encarcelados en prisiones israelíes.

Benito Ferrero-Waldner, comisaria de Exteriores de la Unión Europea, halagó el papel que en este proceso ha desarrollado Abás. "Espero que este acuerdo reduzca las tensiones entre ambas partes [Fatah y Hamás], cuestión tan necesaria para la estabilidad en la región y para el pueblo palestino", declaró la comisaria. La UE reacciona a la espera de cómo se desarrollen los acontecimientos de manera comedida, sin restar importancia a la solución acordada.

Derecho a existir para Israel

Israel und Waffen
Los palestinos no renuncian a que Jerusalén sea su capital.Imagen: dpa

El valor del "plan de los prisioneros" no es poco. Supone implícitamente el reconocimiento del Estado de Israel ya que establece como objetivo del pueblo palestino "la libre determinación a partir de la formación de un Estado independiente sobre todos los territorios ocupados en 1967 y con Jerusalén como capital".

Reclamar la soberanía palestina sobre las regiones ocupadas en 1967 es exigir el retorno de una serie de zonas al control palestino. Pero es también renunciar a más: a un Estado palestino sin fronteras con Israel. Sin plasmarlo claramente sobre el papel, se acepta el derecho de Israel a permanecer en los territorios que le fueron concedidos antes de 1967.

Renuncia a la violencia

Para conseguir sus objetivos, los palestinos no recurrirán a actos de violencia contra Israel, como es la práctica de atentados terroristas. "Las negociaciones deben transcurrir por la vía política y diplomática", dice el texto de los "cautivos". Lo cual supondría, en caso de que Hamás realmente se atuviera a lo firmado, un verdadero paso adelante en el proceso de pacificación de Oriente Medio.

Pero las intenciones de Abás van más allá. El presidente de la Autoridad Nacional Palestina quiere un gobierno de unidad nacional y más poder para su cargo ante los peligros que conlleva el que se pueda dar una situación como la actual, con un grupo radical sentado en el corazón de las instituciones.

El "plan de los prisioneros" convierte al jefe del gobierno en una figura de apoyo a la ANP, la "única representante legítima del pueblo palestino". Con un ejecutivo de concentración de fuerzas, Abás espera sacar al país del ostracismo al que con la victoria de Hamás ha sido sometido. La vital ayuda internacional debe volver a fluir y el proceso de paz tiene que recuperarse para dejar de menguar los esfuerzos por construir un futuro.