Helado: los sabores de la temporada

Para muchos, la primavera es también tiempo para probar el primer helado del año. Si los días son soleados, se forman largas filas frente a los expendios. La Asociación Alemana de Confiteros estima que cada año se consume un promedio de 110 bolas de helado por persona en el país. Esto equivale a cerca de 7,6 litros.

Hay indicios que señalan a los chinos como los inventores de los helados como postre. Se supone que ya hace miles de años los preparaban con una mezcla de nieve, leche, agua y frutas. El médico griego Hipócrates recetaba comer helado a modo de remedio contra inflamaciones o dolores estomacales. Pero un país se destaca por sus excelentes helados: Italia, donde se celebra un campeonato anual.

La mayoría de los consumidores alemanes de helado lo saborean con la lengua: 38 por ciento, según una encuesta realizada por la Asociación de Confiteros. Con la cuchara lo comen 21 por ciento de los consumidores, mientras que el 18 por ciento muerde el helado. Finalmente, un cinco por ciento de los alemanes adeptos a este confite lo revuelve hasta que adquiere una consistencia cremosa.

Antes que ir a las heladerías, los alemanes prefieren comprar sus porciones de helado en los supermercados. La proporción es clara: 81,6 por ciento contra 15,9 por ciento. Sólo un 2,5 por ciento de los alemanes consume helados salidos de máquinas automáticas o adquiridos en restaurantes de comida rápida.

Los pequeños son fácilmente capturados por el antojo de comerse un helado. Pero los padres no deben sentirse mal al concederles el capricho. La asociación de nutriólogos DGE considera que "los helados no necesariamente tienen que ser demasiado ricos en calorías, sobre todo cuando se les consme en cantidades moderadas y como postre."

En Alemania existen cerca de 9.000 heladerías. Más de una cuarta parte de ellas produce su propio helado. Ninguna ciudad alemana tiene más heladerías que Berlín: cerca de 500. Otros importantes centros heladeros de Alemania son la Cuenca del Ruhr, Renania y Baviera.

Los helados pueden adquirir forma de panecillos, pastas o emparedados. Estos últimos se hacen con una combinación de galletas y helado. Pero las modalidades preferidas siguen siendo los clásicos helados de chocolate, vainilla y nuez. En cambio, variantes como el helado de cerveza inventado en Baviera, luchan por sobrevivir en el gusto de los consumidores.

En 2015, los fabricantes buscan establecer nuevas tendencias. Es cada vez más común ver la oferta de helados con sabor a melocotones y lavanda, chocolate con ají o peras con queso parmesano. El año pasado, dieron el premio Helado del Año a una combinación a base de fresa y aceite balsámico.

Ingredientes tradicionales para elaborar helado son la leche y sus derivados. Pero ya se producen variedades de helado sin ingredientes de origen animal. Para el público vegano, una modalidad preferida entre las cien por ciento vegetales es la elaborada a base de lupino.

También puede uno producir su propio helado sin hacer demasiado esfuerzo. Con purés de frutas, crema y leche, más unos cuantos ingredientes adicionales, es posible incluso crear variedades propias de helado. Una desventaja es que se debe esperar unas cuatro horas antes de poder disfrutar los sorbetes. Si la tentación es irresistible, lo más cómodo sigue siendo correr a la heladería más cercana.