Gais con hijos por gestación subrogada bajo amenaza en Rusia
18 de octubre de 2020Hace unos años, el abogado Vladimir (nombre ficticio), que vive en una gran ciudad rusa, decidió tener un hijo con la ayuda de una madre sustituta. Toda su familia se alegró cuando nació una niña. Era la primera hija en tres generaciones. Sus padres y otros familiares, incluida su abuela de 80 años, han ayudado mucho a criar la pequeña, que ahora tiene casi tres años.
Pocas personas saben que Vladimir, un hombre gay, estuvo por un programa de gestación subrogada. Sus vecinos quizás sospechan, pero no hacen preguntas.
"Cuando decidí tener hijos, había varias clínicas de medicina reproductiva", cuenta Vladimir, quien optó por la opción más barata. La fertilización in vitro con un óvulo de una donante cuesta 250.000 rublos (unos 2.744 euros). Pero Vladimir pagó el equivalente a 22.000 euros en total. La gestante, una mujer ucraniana, recibió la mitad.
El parto no fue fácil y la bebé tuvo que pasar un tiempo en el hospital. Los médicos aconsejaron a Vladimir que resolviera los trámites lo más rápido posible y en una semana recibió el certificado de nacimiento de la niña, en el que se había tachado el nombre de la madre.
Vladimir registró a su hija en un jardín de infancia local tan pronto como regresaron a casa porque la lista de espera era muy larga. También comenzó a recibir apoyo financiero. "Es bueno que el Estado nos reconozca como familia", dice.
Un día le explicará a su hija, que a veces lo llama "papá-mamá", cómo ella llegó al mundo.
Miedo a ser arrestado
A pesar de que la gestacióonsubrogada es legal en Rusia, Vladimir está preocupado por su estatus como unidad familiar. A fines de septiembre, escuchó de amigos que las autoridades estaban planificando arrestar a hombres solteros con hijos nacidos de madres sustitutas. Los reportes de los medios de comunicación insinuaban que las detenciones estaban relacionadas con un caso de tráfico de niños que involucraba la muerte de un bebé nacido de una madre sustituta.
"Para ser honesto, estaba realmente asustado", expresa Vladimir. "No me han enfrentado con homofobia desde que me convertí en padre soltero. Pero parece que puede pasar ahora. Es injusto".
Aunque no quería irse de Rusia, Vladimir dice que lo estaba pensando: "En tal atmósfera, podría ser mejor irse. Tengo un primo y amigos en Alemania. Ese es probablemente el mejor lugar para nosotros".
El abogado Igor Trunov también ha hecho pública la amenaza que enfrentan los hombres homosexuales con hijos en Rusia. Representa a los padres de niños nacidos por gestación subrogada que enfrentan cargos de trata en un caso que comenzó sin tener nada que ver con padres solteros.
En enero de este año, un niño recién nacido de una madre sustituta murió por causas naturales en un apartamento cerca de Moscú. La niñera del bebé denunció la muerte a la policía. Las autoridades establecieron que había otros bebés concebidos por madres sustitutas en el apartamento. Supuestamente, varias niñeras los cuidaban mientras sus futuros padres completaban el papeleo para poder llevarlos a casa, a veces al extranjero.
En la televisión rusa transmitieron información sobre un "apartamento sospechoso" y las autoridades comenzaron a investigar. Los bebés fueron ingresados en un hogar de cuidados y la investigación se amplió para incluir otros casos de madres sustitutas y el tráfico organizado de personas en los que había muertes.
Varias personas han sido arrestadas y al menos diez han sido acusadas, incluyendo médicos y dos niñeras. La mayoría trabaja para la empresa Rosjurconsulting, especializada en derecho reproductivo y reproducción médicamente asistida, o para el Centro Europeo de Subrogación en Rusia (ECSM), que brinda apoyo y alojamiento a madres sustitutas. Las dos organizaciones han trabajado juntas por años y han ayudado a cientos de personas que desean tener hijos.
Ataque a las orientaciones sexuales no tradicional
"He estado trabajando de acuerdo a ley desde 2003", dijo a DW el director ejecutivo de Rosjurconsulting, Konstantin Svitnev, que también es uno de los acusados. "Fuimos el primer bufete de abogados en trabajar en esta área en Rusia. Ahora hay cientos de agencias de vientres de alquiler, pero solo me están investigando a mí y a personas con las que he trabajado", explica.
También apunta que los fiscales querían demostrar que habían estado involucrados en el tráfico de bebés y simplemente habían entregado los recién nacidos a los clientes, cuyos óvulos o semen no se habían usado en absoluto. "Este no es el caso", insiste Svitnev, y a la vez señala que el equipo de defensa había presentado como evidencia los resultados de un informe genético.
Las autoridades, dice, no estaban interesadas en la trata de personas sino en la orientación sexual de Rosjurconsulting y los clientes de ECSM. Los reportes en los medios de comunicación implicaban que durante el interrogatorio se les pidió a los médicos que proporcionaran información sobre cualquier "signo de homosexualidad" que mostraran sus clientes, entre otras cosas.
"Ni siquiera les pregunto a mis clientes eso", manifiesta Svitnev enojado. Asimismo, agrega que en 2010 un tribunal le confirmó explícitamente que los padres solteros también podían participar en programas de gestación subrogada. "Esto parece un ataque de las autoridades a personas que no tienen una orientación sexual tradicional, lo que por supuesto es completamente discriminatorio".
Según Svitnev, los allanamientos que se habían realizado en las clínicas con las que Rosjurconsulting y ECSM trabajaron en septiembre eran una prueba de que los investigadores habían estado buscando a padres homosexuales específicamente porque habían procurado información sobre hombres solteros. También afirma que los interrogadores habían llamado por teléfono a varios padres solteros para mantener una conversación informal. El Comité de Investigación de Rusia no confirmó ni negó informes sobre los interrogatorios o la naturaleza de la investigación. Una solicitud de información de DW al comité sigue sin respuesta. "El silencio dice mucho", dice Svitnev. "Fueron sorprendidos en el acto", sentencia.
Svitnev ha aconsejado a sus clientes que no participen en conversaciones informales y soliciten una citación oficial. También recomienda que los padres y sus hijos se hagan una prueba de ADN y se aseguren de que todos sus documentos médicos sobre la subrogación estén en orden y legalmente certificados.
Dos de sus clientes han decidido irse de Rusia con sus hijos.
(rrr/eal)