Honduras más reacciones europeas
3 de diciembre de 2009“Con la elección de su nuevo presidente, Honduras ha iniciado un proceso de transición hacia una democracia que pueda aspirar a recibir el reconocimiento de muchos países de la comunidad internacional”, dice desde Tegucigalpa a Deutsche Welle el catedrático alemán Günter Maihold, especialista en América Latina. Y, efectivamente, el primero en reconocer estas elecciones fue Estados Unidos. De un paso importante hacia la normalización, las denominó el portavoz de la Casa Blanca.
Así, aunque España había anunciado que no reconocería los comicios hondureños al haber sido llevados a cabo por un Gobierno ilegítimo, poco después de ser conocidos los resultados y el desarrollo pacífico de los mismos se anunciaba que “España no reconoce las elecciones, pero tampoco las ignora”.
¿Un paso hacia la solución?
Por su parte, la presidencia de la Unión Europea, este semestre en manos de Suecia, declaraba horas después: “La Unión Europea reitera su condena a la violación al orden constitucional en Honduras que tuvo lugar el 28 de junio de 2009. Lamenta que el acuerdo de Tegucigalpa/San José no haya sido implementado antes de las elecciones del 29 de noviembre, llevando a un proceso electoral bajo circunstancias anormales. Sin embargo, la Unión Europea ve en estas elecciones un significante paso en dirección a resolver la crisis en Honduras”. ¿Qué significa esto? ¿Reconoce la UE las elecciones hondureñas? Probablemente.
¿Son legítimas o no?
Al respecto, la austriaca Ulrike Lunacek y el español Raúl Romeva, parlamentarios europeos por el partido de Los Verdes: “La declaración del Consejo bajo la presidencia sueca sobre la situación en Honduras después de las elecciones del 29 de noviembre es totalmente inaceptable. Las elecciones no representan un paso importante hacia una solución de la crisis en el país. Pretender esto es dar luz verde a todas aquellas fuerzas antidemocráticas en América Latina y en otras partes del mundo, que quieren quitarse del medio a gobiernos que no sirven a sus intereses. La declaración de la presidencia sueca constituye una carta blanca a todos los futuros golpistas”.
Entretanto, el Parlamento hondureño ha denegado la restitución de Manuel Zelaya a la silla gubernamental. “Como era de esperarse”, dice a Deutsche Welle Ulrike Lunacek, quien no cree que las elecciones convocadas por el Gobierno de facto de Roberto Micheletti aporten a la solución.
“Me parece mal la postura de la presidencia; es inaceptable”, resalta, y explica: “En el Parlamento Europeo hablamos varias veces al respecto y, por parte de la Comisión Europea, había una clara postura hacia el no reconocimiento y el rechazo al golpe. Me parece lamentable, que –en contra de todo lo convenido- la presidencia haya casi reconocido estos comicios”.
Tan mal ha hecho la UE como Estados Unidos
“Tanto de la UE como del Gobierno de Barack Obama es un error reconocer estas elecciones, que han sido llevadas a cabo en condiciones de militarización y represión”, critica Lunacek, remitiéndose a fuentes hondureñas, y agrega “esto legitima procesos golpistas en América Latina y, precisamente, por el pasado sabemos que ése es el camino equivocado”.
Que Manuel Zelaya no tenga un historial democrático inmaculado es para la política austriaca irrelevante en esta discusión: “Hay muchos gobiernos que cometen errores. Pero no por eso uno puede interrumpir un proceso democrático con un golpe. Éste es un medio totalmente ilegítimo. No procediendo con rigurosidad en contra del golpe, se sienta un precedente para fuerzas no democráticas en otras partes de América Latina”.
¿Insuflando vigor a fuerzas antidemocráticas?
¿A qué fuerzas se refiere? Lunacek explica: “Sabemos que hay otros gobiernos en América Latina, como el de Evo Morales en Bolivia, que ha nacionalizado las reservas de gas y petróleo para dejar los ingresos en el país –después de una explotación de siglos-, que no son del agrado de todos y sabemos que la lucha por los recursos en América Latina es dura. Que los gobiernos intenten defender sus derechos y los de su población, no les gusta a muchos, también en otras partes del mundo. Y por eso me parece problemático legitimar el método del golpe”.
Crítica con criterios europeos
En los criterios para su crítica no influye, así Lunacek, que ni Venezuela ni Bolivia vayan a reconocer estos comicios: “Yo decido con criterios europeos y me parece mal como ha actuado la UE. Es decir, criticar el golpe pero luego reconocer estas elecciones. Lo critico independientemente de quién más lo haga”.
Y con respecto al cambio en la postura española, Ulrike Lunacek comenta: “Me intriga cómo va a comportarse España frente al nuevo presidente, Porfirio Lobo. Con vistas a la Cumbre Unión Europea-América Latina, puedo imaginar que la presidencia española quiera presentar un acuerdo de asociación como un logro de su gestión. Los verdes pondremos mucha atención en lo que haga España y haremos las preguntas pertinentes. Condición para el acuerdo de asociación es que el Gobierno golpista rinda cuentas”.
Autora: Mirra Banchón
Editora: Luna Bolívar Manaut