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Religión

Iglesias pentecostales: el alma evangélica de Brasil

Djamilia Prange de Oliveira | Elisa Michahelles Dourado
29 de septiembre de 2022

Las iglesias pentecostales están transformando a la sociedad brasileña. Para su nuevo proyecto, el fotógrafo Ian Cheibub se sumergió en el mundo de los creyentes, sacando también conclusiones sobre las elecciones.

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Un hombre con una camiseta en la que dice "Jesús transforma" predica ante hombres armados.
Muchos encuentran en el evangelismo una salida de la delincuencia.Imagen: Ian Cheibub

Gólgota: lugar donde fue crucificado Jesús, lugar de muerte y redención. Para el fotógrafo brasileño Ian Cheibub, su proyecto homónimo es tanto una metáfora como una declaración de amor a su país. Con su cámara retrata el mundo evangélico de Brasil, desde la favela de Río hasta el asentamiento indígena en la Amazonia.

Cheibub muestra cómo los creyentes "brasilianizar" el Evangelio. Esta variante del cristianismo predicada por los misioneros estadounidenses se ha convertido en una denominación brasileña propia, que se diferencia claramente de la Iglesia católica.

"No existen 'los evangélicos'", dice el fotógrafo en la entrevista con DW. "Estamos hablando de casi 70 millones de personas, lo que supone el 31% de la población brasileña". Según las encuestas, se espera que, hasta 2030,  la mayoría de la población pertenezcan a esta rama del cristianismo, las religiones pentecostales.

"El Evangelio brasileño"

A diferencia de la élite intelectual brasileña, que teme que el incremento del poder de las iglesias evangélicas pueda acabar con la cultura brasileña, Cheibub sostiene lo contrario: son los creyentes de Brasil los que están "brasilianizando" el Evangelio.

Una mujer y una niña tocan tambores, mientras la mujer canta con los ojos cerrados.
La música con ritmos indígenas y afrobrasileños es característica de las iglesias evangélicas brasileñas.Imagen: Ian Cheibub

Para él, el proyecto fotográfico "Gólgota" es una declaración de amor a la brasilidade, al alma de Brasil: "Los evangélicos encarnan esta 'brasilidad'", dice. En los rituales se integran elementos de las culturas afrobrasileñas e indígenas. El pueblo krikatí, del noreste de Brasil, incluso adaptó la Biblia y los himnos religiosos a su propia lengua. "Es un proceso casi caníbal: devoran los ritos evangélicos y de eso sale algo auténticamente brasileño", dice Cheibub.

El fotógrafo, junto con muchos sociólogos brasileños, tiene una explicación sencilla al vertiginoso aumento de la popularidad de la fe evangélica: las iglesias están presentes en los lugares a los que no llega la ayuda del Estado.

La iglesia como solucionadora de problemas

"Para los pastores Tiago y Nilton, la iglesia evangélica fue la salvación", cuenta el jóven fotógrafo. El pastor Nilton Pereira era uno de los delincuentes más buscados de la mafia de la droga de Río antes de convertirse al evangelismo. Entró en el negocio de la droga a los 17 años y acabó en la cárcel, donde encontró su nueva religión. Hoy predica todos los jueves en la favela en la que apenas hace unos años era temido como capo de la droga.

El pastor indígena Tiago Krikatí también está convencido de que la fe en Jesús le salvó la vida. Era alcohólico, estaba desempleado, y maltrataba a su mujer. Hoy trabaja como profesor, es pastor y trata de convertir a su pueblo. Estas historias de vida hablan por sí solas, opina Cheibub. "¿Cómo pueden decir: les han lavado el cerebro? Aquí se trata de sobrevivir", dice.

La falta de presencia estatal ha permitido que crezca el poder de las iglesias pentecostales en Brasil. El presidente Jair Bolsonaro llegó al poder en 2018 con ayuda de los votos evangelistas.

Brasil, ¿un Estado laico?

En las próximas elecciones del 2 de octubre, la votación de este grupo podría ser nuevamente decisiva para el resultado. Hace tiempo que políticos evangelistas pertenecen a las instituciones políticas y ocupan importantes puestos políticos.

Para el fotógrafo Ian Cheibub, los comicios actuales no tienen que ver con la religión. "[Las elecciones de] 2018 fueron sobre la moral. Pero los que pasan hambre no piensan en la moral. Y el hambre ha vuelto a Brasil", afirma. No es decisivo para el resultado electoral quién es evangelista, y quién no, añade. "El hambre decidirá estas elecciones".

(ies/cp)