"Indignados” retoman las calles alemanas
14 de mayo de 2012“Necesitamos una democracia participativa, un sistema que se preocupe por el pueblo y gobierne para él”, comenta la española Sara García, una de las cientos de manifestantes que el pasado 12 de mayo se dieron cita en la Plaza Martin Luther de Düsseldorf para conmemorar el primer aniversario del movimiento ciudadano 15M. El año pasado, las protestas populares revolucionaron las calles españolas y la indignación de los manifestantes se extendió rápidamente a más de 82 países a lo largo y ancho del planeta. Según fuentes policiales, 350 personas se manifestaron en la capital del estado de Renania del Norte Westfalia, en vísperas de las elecciones regionales, para denunciar "la tiranía del capitalismo" y exigir una democracia más justa y solidaria.
“Nuestro mundo debe avanzar. El problema del sistema es el abuso que se hace de la buena voluntad, de los trabajadores, de dinero, de los valores morales"… asegura Jakob, manifestante de 25 años que lleva acampando en la Plaza Martin Luther desde el pasado 15 de octubre, cuando las protestas ciudadanas cobraron protagonismo internacional. En consonancia con más de 26 países, el 15M volvió a hacerse eco en Alemania. Familias, niños e incluso ancianos reclamaban la indignación popular ante un sistema “más y más insolidario”, clamaba Theo, un jubilado de 65 años.
“No nos mires, únete”
Grande fue el despliegue policial. “Somos muchos”, comentó una de las agentes responsables de controlar la manifestación-“aunque no se nos permite decir exactamente cuántos por seguridad". El movimiento ciudadano encabezado por un camión que dirigía la marcha a ritmo de rap, recorrió el centro de Düsseldorf, uno de los corazones financieros germanos, donde unas 3.000 empresas internacionales tienen su sede central. Ante los gritos de solidaridad con el pueblo griego, “todos somos Grecia”, la gente avanzaba por la Königsallee, la lujosa avenida donde se encuentran algunos de los comercios más caros de Europa.“No nos mires, únete”, gritaban los organizadores a los transeúntes que recorrían la avenida en busca de las últimas compras del fin de semana. “Nuestra sociedad está orientada a producir y gastar más y más dinero sin importarnos la solidaridad interclasista”, coreaban los manifestantes ante la atónita mirada de los allí presentes. “Somos pacíficos, recordaban los manifestantes, no tenemos armas, esta es la revolución de la solidaridad".
Durante el recorrido, los organizadores informaron en repetidas ocasiones acerca de cómo transcurría la jornada de protestas en otras partes del mundo, como en Atenas y España. “La situación de Alemania no se puede comparar ni de lejos con la de España, pero nos une el mismo sentimiento de indignación y el reclamo de una democracia real”, comentaba una de las manifestantes.
En Düsseldorf, la manifestación acabó con las manos entrelazadas frente a los dispositivos policiales. “Necesitamos construir otro mundo” -dice uno de los activistas- “No es que el que tenemos sea malo, simplemente está encallado, debe avanzar y seguir los reclamos de su pueblo y hasta que eso ocurra, nos seguiremos manifestando”, concluyó.
Protestas en Alemania
El 15M se celebró el pasado 12 de mayo en más de 10 ciudades alemanas, entre las que destacaron Berlín, Múnich y Fráncfurt. En ésta última, las protestas cobraron mayor vigor como consecuencia de la prohibición de las manifestaciones los días 16, 17, 18 y 19 de mayo ante la sede del Banco Central Europeo. “La información, junto a la unidad y la indignación son las piezas clave de nuestro movimiento”, comenta la asociación Democracia Real Ya en Múnich. “No estamos solos, somos más que en 2011 y esto a la larga provocará un cambio en el sistema”.
Autora: Nuria García Reche
Editor: José Ospina-Valencia