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Cuba: Ediciones digitales para enfrentar crisis del libro

11 de febrero de 2021

La cancelación de la trigésima versión de la Feria del Libro de La Habana, debido a la pandemia, supone un duro golpe para la industria editorial cubana. ¿Cómo enfrentan este momento escritores y editores de la isla?

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Kuba | Jugendliche in Havanna
Imagen: Desmond Boylan/AP Photo/picture alliance

El avance de la pandemia y el riesgo para la población, además de las dificultades para la llegada de expositores extranjeros, llevaron al Ministerio de Cultura y el Instituto Cubano del Libro a cancelar la versión número 30 de la Feria del Libro (FIL) de La Habana 2021, que se iba a realizar entre el 11 y el 21 de febrero.

Aunque se trató de una decisión esperable, como ha ocurrido con otras ferias, es un nuevo golpe para la industria del libro del país y de América Latina, tras un año de fuertes pérdidas. En México, la cámara editorial calculó que el sector cayó en un 29% y demorará una década en recuperarse. En Cuba, donde el libro es subvencionado por el Estado como un bien cultural al que todos deben tener acceso, la crisis tiene que ver también con la compleja situación de la economía nacional.

La FIL, que se celebra desde 1982 en su histórica sede de la fortaleza de San Carlos de la Cabaña, es la gran fiesta de las letras en Cuba y el año pasado convocó a 400 mil visitantes. Es la época del año en que se registran las mayores ventas de libros, en medio de presentaciones, exposiciones y encuentros con autores. También es el espacio para el intercambio internacional y la vitrina de títulos de editoriales extranjeras que no se encuentran tan fácilmente en las librerías.

La fortaleza de San Carlos de la Cabaña.
La FIL de la Habana se realiza desde 1982 en la fortaleza de San Carlos de la Cabaña.Imagen: DW/H. Heimann

"La Feria del Libro de la Habana es el evento cultural más popular de Cuba”, dice a DW la directora de la Cámara Cubana del Libro, Daimarelys Moreno. No solo se realiza en la capital, sino que se extiende a las regiones con actividades hasta el mes de abril, lo que la convierte en un evento de alcance nacional.

En su versión 2020 contó con 108 expositores, de los cuales aproximadamente la mitad eran extranjeros, y reunió a editoriales y organismos promotores de la lectura de 42 países. Más de cuatro mil títulos, presentaciones de libros, paneles de conversación y conferencias, entre otras actividades, completaron la oferta.

"Conocemos las condiciones que estamos atravesando por el COVID y es entendible que se haya cancelado la Feria. Todas las editoriales estuvieron de acuerdo con esta decisión, con el compromiso de mantener la promoción de la literatura y el hábito de la lectura. Las editoriales se propusieron hacer una estrategia de comunicación durante todo el año y mantener el acceso del público a la literatura”, indica Moreno.

La Casa de las Américas, organismo promotor de la cultura y las letras en Cuba y el continente, también decidió cancelar la edición del premio literario de este año, considerando las condiciones que impone la pandemia, las dificultades para enviar las obras a concurso, los protocolos de aislamiento para los jurados y las limitaciones a las actividades del certamen. El prestigioso galardón, que se entrega desde 1960, ha tenido entre jurados y galardonados a grandes representantes de las letras iberoamericanas.

"En estado de catalepsia”

Según datos del Centro Regional para el Fomento del Libro en América Latina y el Caribe (CERLALC) de la UNESCO, en 2016 se editaron en Cuba 2006 títulos con registro ISBN. Muy lejos de países de mayor peso en la industria, como Argentina (27.170 títulos). A nivel latinoamericano fueron publicados casi 189.900.

Para el premiado escritor cubano Leonardo Padura, la industria editorial de su país está en "un estado paupérrimo, agravado por el parón de la pandemia, pero provocado sobre todo por la falta de recursos del Estado para respaldar al sector con la impresión de libros literarios, porque de otros tipos -políticos, de propaganda- se suelen publicar más”. 

Consultado por DW, el autor de las novelas policíacas de Mario Conde recuerda que "en Cuba, hasta los años 1980, se publicaba mucho y en grandes tiradas. La primera novela de Simenon que se publicó acá, salió con 50 mil ejemplares”. Sin embargo, "esa producción se redujo a cero en 1991. La primera crisis asociada con la desaparición del bloque del este, del que Cuba dependía casi por completo, fue la de la existencia de papel”, señala.

Deutschland Köln | Lesung Leonardo Padura, kubanischer Schriftsteller
El escritor cubano Leonardo Padura lamenta el "panorama descorazonador” de la industria editorial cubana.Imagen: DW/R. Muñoz Lima

Tras una lenta recuperación, sostenida por el Estado, afirma Padura, "la industria del libro ha caído en el actual estado de catalepsia”. El escritor, laureado con el Premio Nacional de Literatura y el Princesa de Asturias, lamenta que, por la actual falta de papel y ausencia de políticas de promoción a la creación, las librerías estén vacías. 

La necesidad de reinventarse

Ante la cancelación de la FIL, la industria editorial está organizando actividades y presentaciones de libros en forma virtual y por redes sociales, apoyando la promoción en conjunto con los medios de prensa. Algunos escritores, por su parte, también están dando a conocer su trabajo por redes sociales y con encuentros por videoconferencia.

Asimismo, las editoriales están apostando fuertemente por el libro digital, una tendencia que ha ido en alza desde la FIL pasada. Como una forma de hacer frente a la crisis del sector editorial, este formato ha cobrado mayor relevancia en medio de la pandemia. "Se están haciendo muchas ediciones de forma digital. Hemos tenido que reinventarnos y crear nuevas estrategias para mantener el acceso de la población al libro”, indica Moreno.

La idea de una FIL virtual, como se hizo en Guadalajara y Santiago, en cambio, fue desechada, explica la directora de la Cámara del Libro: "La característica de nuestra FIL de la Habana es la popularidad y la participación de las familias, y se decidió que esta edición 30, aniversario cerrado, se haga de forma presencial como es acostumbrado en 2022, y junto con ella las ferias provinciales”. Mientras, Cuba seguirá participando en ferias virtuales a las que sea invitada a nivel internacional, a la espera de poder inaugurar su esperada fiesta del libro y la cultura en forma presencial en febrero del próximo año.

(er)