Inquietud por el conflicto de Cachemira
27 de mayo de 2002En España, el Periódico de Catalunya considera que la guerra es evitable y opina: "India y Pakistán son responsables de la crisis en igual medida. Ninguna de las partes está dispuesta a considerar como posible solución la independencia de Cachemira. Los musulmanes de Cachemira están recurriendo más a formas militares y terroristas de protesta. El nacionalismo indio no lo puede pasar por alto. Aun así, una guerra declarada entre ambas potencias atómicas sería absolutamente injustificada. Para ninguno de los dos países está en juego la supervivencia. La comunidad internacional debe evitar que India y Pakistán hagan realidad sus amenazas".
Desafío a la comunidad internacional
The Times, de Londres, también atribuye la responsabilidad a ambos bandos. "Las pruebas de misiles realizadas por Pakistán parecen un descarado desafío a la opinión pública mundial. Sin embargo, se debe reprochar a las dos partes ser inmunes a la presión internacional. Ambas actúan con extrema ligereza ante la perspectiva de un derramamiento masivo de sangre y de una -inconcebible- guerra nuclear. El motivo radica en que tanto India como Pakistán tienen graves problemas internos. Y alimentan la esperanza de que pudieran desaparecer gracias a una guerra. Pero Cachemira no es el lugar indicado para aplacar fanatismos religiosos o forjar una cohesión artificial. Sin embargo, la situación puede derivar rápidamente en un nuevo enfrentamiento bélico".
Paradoja pakistaní
El comentarista del periódico muniqués Süddeutsche Zeitung centra su atención en el factor islámico: "Los musulmanes radicales son fuente de permanente inseguridad en el propio Pakistán. Pero son también el único instrumento del que dispone ese país para mantener la presión sobre India, en lo que respecta a Cachemira. Esto conduce a la paradójica situación de que, en su frontera occidental, Pakistán colabore con Estados Unidos en la guerra contra el terrorismo, pero no quiera o no pueda hacer lo mismo en el Este. En vista de tales contradicciones, no viene mal jugar a demostrar fuerza en materia de misiles".
Signo de esperanza
El matutino Tagespiegel, de Berlín, indica que lo grave no es que los gobiernos de India y Pakistán estén preparando una guerra -porque no lo hacen-. "La situación inquieta a la política internacional porque los ánimos de la opinión pública están exacerbados y la gente no espera que sus gobernantes cedan, sino que demuestren fuerza - como lo hizo Pakistán con sus peligrosas pruebas de misiles el fin de semana. Ante este trasfondo, el hecho de que el Presidente estadounidense, George Bush, y su homólogo ruso, Vladimir Putin, se propongan mediar entre los adversarios constituye una señal de esperanza. Dado que India y Pakistán no cuentan con un foro en el que puedan negociar, ambos gobiernos tienen dificultades para lograr un acuerdo sin perder la lealtad de sus pueblos".