Irán despierta expectativas en el empresariado alemán
14 de julio de 2015Al conocerse la noticia de que se logró acuerdo en las negociaciones de Viena sobre el programa nuclear iraní, no tardo en manifestarse el júbilo de las organizaciones empresariales. “Esta decisión es un hito de la política exterior internacional”, comentó encantado el gerente de la asociación alemana de constructores de maquinarias y plantas industriales (VDMA), Thilo Brodtmann. La satisfacción es comprensible. Las exportaciones de ese sector a Irán ascendieron el año pasado a solo 630 millones de euros. En total, en 2014 las empresas alemanas vendieron a ese país mercancías por un monto cercano a los 2.400 millones de euros. “Esa suma podría duplicarse y llegar en dos años a unos 5.000 millones de euros”, estima Volker Treier, jefe de comercio exterior del Consejo de las Cámaras de Industria y Comercio alemanas (DIHK). Y agrega que “si todo marcha bien, podríamos superar la marca de los 10.000 millones en tres o cuatro años”.
Mercado atractivo
También la Confederación de la Industria Alemana (BDI) ofrece un pronóstico similar. Su presidente, Ulrich Grillo, hace notar que Irán, con cerca de 80 millones de habitantes, es un mercado importante. Igualmente apunta que el país tiene necesidad de recuperar tiempo perdido en la modernización de la infraestructura industrial. Sobre todo la industria petrolera iraní abre grandes oportunidades a los constructores alemanes de maquinarias, pero también hay interesantes perspectivas en la industria automotriz, la química, el sector de la salud y el de las energías renovables.
Grillo subraya igualmente que el acuerdo alcanzado es un aporte importante a la estabilidad y la seguridad en toda la región. “Con el paulatino levantamiento de las sanciones económicas, la industria alemana hará su contribución para volver a integrar a Irán en la comunidad internacional”, afirma.
Preparando el terreno
La agrupación empresarial alemana para el Cercano y Medio Oriente (Numov) se viene preparando desde hace tiempo para la llegada de mejores épocas. Ya cuenta con un manual de recomendaciones para hacer negocios con Irán y está organizando el viaje de una delegación de representantes del sector empresarial. Helena Rang, gerente de Numov, teme que se pueda dejar pasar la oportunidad. Hace ya unos meses criticó que Alemania se mantuviera reacia, mientras otros países de la Unión Europea ya estaban enviando delegaciones a Irán. “Sería importante que viajara un ministro, para respaldar al empresariado alemán”, señala Helena Rang.
En la actualidad, unas 80 empresas alemanas tienen filiales en Irán. Unas 1.00 firmas tienen allí representantes y vendedores. Debido al embargo, sobre todo empresas de China y de Corea han ampliado sus relaciones de negocios con Irán. La BDI considera que ahora las empresas alemanas requieren con premura oportunidades para financiar inversiones y desarrollar negocios en Irán. Ulrich Grillo demanda principalmente reglas claras para la eliminación paulatina de las sanciones y un marco legal confiable para la actividad empresarial.