Israel-Alemania: relaciones especiales
5 de mayo de 2008Hablando ante la Knesset, el presidente alemán, Horst Köhler, señaló que no puede haber “normalidad” entre Alemania e Israel. Ese discurso fue pronunciado en 2005, fecha en que estos países ya sostenían relaciones diplomáticas por 40 años. Mucho más acentuada era esa sensación de falta de “normalidad” en la primera década tras el Holocausto. La joven democracia había nacido con la responsabilidad por el asesinato de millones de judíos.
La monstruosa dimensión del Holocausto hacía que la idea de la reconciliación pareciera al comienzo una burla. La primera oportunidad que tuvo el canciller Konrad Adenauer de establecer un contacto consistió en la indemnización, es decir, en la reparación financiera. A partir de 1952, el gobierno germano federal entregó un total de 3.450 millones de marcos a Israel “para aliviar el camino de la superación espiritual del inconmensurable dolor”, según lo formuló Adenauer.
El peso de la historia
Los pagos de indemnizaciones eran controvertidos en Israel, dado que no se puede reparar nada con dinero. Para muchos israelíes resultaba inconcebible volver a estrechar la mano de un alemán. No así para el primer jefe de gobierno israelí, David Ben-Gurion, quien en 1960 se reunió con Adenauer en Nueva York y lo trató cordialmente. Estaba convencido de que Alemania había cambiado y ya no era la Alemania nazi. “Es cierto que no debemos olvidar lo ocurrido, pero no debemos basar nuestro proceder en aquello que pasó”, indicó Ben-Gurion.
Su postura reconciliadora frente a Alemania le valió duras críticas en el plano político interno, mientras Adenauer se vio sometido a la presión de los países árabes por su acercamiento a Israel.
“Relativamente pronto”
En el año 1965 -20 años después de la guerra-, la República Federal de Alemania e Israel establecieron relaciones diplomáticas. “Relativamente pronto”, a juicio del primer embajador alemán, Rolf Pauls, quien fue recibido en Israel con protestas.
Ambos países fueron tanteando cuidadosamente el terreno. Entre las sociedades civiles se desarrolló una red de contactos, que sostuvo los vínculos también en momentos de crisis. Para Israel es importante que Alemania se muestre solidaria en las horas difíciles, por ejemplo , durante las guerras con sus vecinos.
Silencio implícito
Alemania siempre ha satisfecho esas demandas de solidaridad, incluso 60n años después de la instauración del Estado de Israel. “Alemania tiene una responsabilidad especial frente a Israel, la de defender su existencia y su derecho a la existencia”, señala el ministro alemán de Relaciones Exteriores, explicando uno de los pilares fundamentales de la diplomacia germana.
Esta posición, sin embargo, conduce a que Alemania no sea imparcial en su apreciación de los conflictos entre israelíes y palestinos. A la calma que entretanto ha vuelto a las relaciones bilaterales se suma siempre un cierto silencio. También ese mensaje va implícito en la frase del presidente alemán sobre la “normalidad” que no puede existir en las relaciones entre Alemania e Israel.
Un discurso en alemán: tampoco en 2008 quieren escuchar algo así todos los miembros de la Knesset. Pero la mayoría de los parlamentarios reaccionaron con un aplauso prolongado y cordial cuando la canciller Angela Merkel expresó sus felicitaciones por el 60° aniversario de la fundación del Estado de Israel y aseguró que Alemania jamás abandonará a los israelíes a su suerte.