"Ixcanul": la fuerza del volcán
7 de febrero de 2015
El espectador observa el mundo de María (María Mercedes Coroy), joven maya de 17 años que vive con sus padres en las faldas del volcán de Pacaya, en el sur de Guatemala, y es testigo de su accidentada entrada a la vida adulta. Los padres de María la prometen en matrimonio al capataz de las tierras donde trabajan en la cosecha de café, un hombre que habla cakchiquel y castellano, lo que no hablan ni María ni sus padres.
La chica de pocas palabras aspira a conocer el mundo del otro lado del volcán y cuando un joven jornalero le habla sobre los Estados Unidos, María lo seduce con la esperanza de que la lleve con él. Esto trae inesperadas y dramáticas consecuencias para ella y para su familia. Con el volcán como telón de fondo, la cinta va aumentando de tensión y da un giro inesperado. Sufre una discriminación múltiple, por ser indígena, mujer y soltera.
"Ixcanul", la primera cinta guatemalteca en llegar a la Berlinale en sus 65 años de historia, fue recibida con una ovación por la prensa y la crítica especializada. Es la primera de tres cintas latinoamericanas seleccionadas para competir por los Osos de Oro y de Plata de la 65 edición de la Berlinale. Le siguen las chilenas “El botón de nácar”, de Patricio Guzmán, y “El Club”, de Pablo Larraín.
Jayro Bustamante (1977, Guatemala), contó el júbilo que provocó en el equipo de filmación la noticia de que la cinta había sido seleccionada para presentarse en Berlín. “Nos abrazamos, gritamos y después de un rato me preguntaron: ¿Qué es Berlín?”. El cineasta llegó con sus dos actrices estelares: María Mercedes Coroy, en el papel de María, y María Telón, en el papel de Juana, madre de María.
DW: ¿Qué significa Ixcanul?
Jayro Bustamante: Ixcanul significa “volcán” en maya. La lengua maya es muy descriptiva de imágenes y no les gusta repetirse, entonces tienen muchas maneras de llamar las cosas. Para volcán tienen tres palabras, Ixcanul es una palabra cakchiquel que significa la fuerza dentro de la montaña que hierve y busca cómo salir.
¿Cuántas lenguas mayas se hablan en Guatemala?
Hay 22 o 23 lenguas mayas, el cakchiquel y el quiché son las más importantes. Yo quise hacer la película en cakchiquel porque María, quien me inspiró la película, es una mujer cakchiquel y yo crecí hasta los 14 años en esa zona en el altiplano de Guatemala, cerca de la cuenca del lago de Atitlán.
Una zona llena de volcanes…
En realidad había un solo volcán que hizo erupción hace siglos y se dice que sus piedras fueron a dar hasta Miami. El cráter del volcán se volvió una cuenca en donde hoy en día hay un lago y quedaron fumeando otros volcanes paralelos en donde hoy existen tres cónicos. Son nueve realmente, pero los otros ya se volvieron montañas. Ahí viven estas comunidades mayas.
Es la población mayoritaria en Guatemala...
Las cifras oficiales hablan de un 60 por ciento, pero hay un 20 por ciento de la población maya que se ha occidentalizado, ni siquiera mezclado, sino que dejaron sus tradiciones y costumbres en un afán por pertenecer al grupo en el poder. Están cansados de pertenecer a la mayoría que es discriminada.
Una mujer llamada María le contó esta historia, ¿cómo sucedió?
Mi madre hacía campañas de salud pública en las montañas de esa área, en una época en la que había campañas de vacuna contra la polio. Era finales de los setenta, una época de guerrillas y la gente temía que el Ejército estuviera detrás y que las inyecciones fueran para esterilizar a las mujeres. El país ya vivía el genocidio. A mediados de los ochenta, mi mamá conoció a María, quien le contó la historia que vimos hoy. Yo escribí el relato, pero pasó mucho tiempo hasta que me sentí fuerte para contarlo.
Cuando hice el casting y les contaba a las mujeres el tema de la película, siete de cada diez me contaban que conocían a alguien que había vivido eso o algo parecido, desde un matrimonio forzoso a lo que vimos hoy. Es realmente el día a día de una población que vive aislada y no tomada en cuenta en un país de 14 millones de habitantes.
¿Son las mujeres mayas las más discriminadas?
Latinoamérica sufre de eso, pero en Guatemala la colonia se sigue arrastrando. Mientras más rubio, mejor. A eso le siguen todas las tonalidades de piel y de altura. Si es uno moreno, pero alto y no con el pelo liso como el maya, sino ondulado, ya está uno mejor parado. Todo mundo busca ser un poco mejor para discriminar al de abajo. El indígena está hasta el último y la mujer indígena está todavía más abajo y si es soltera, peor aún.
¿Ayudará la película a dar visibilidad a este problema?
No lo sé, tal vez la gente empiece a valorar las comunidades mayas que tiene al lado si se da cuenta de que en el extranjero las valoran. El hecho de que Rigoberta Menchú haya puesto en alto la causa indígena ha servido, pero hay frases discriminatorias que se escuchan a diario como ahora todos estos indios se dicen mayas.
¿Como recriminándoles que se sientan herederos de una gran civilización?
Preferirían pensar que esa gran civilización se terminó y que quedaron los indios y ellos. A eso los indígenas han respondido con una discriminación hacia los mestizos. Además, en la época de Ríos Montt hubo una estrategia para dividir a los mayas creando grupos Kaibiles (soldados de élite del Ejército) entre comunidades mayas para que pelearan contra otras comunidades.
Dijo usted que una de sus actrices, María Telón, es la mejor cocinera de iguana con pepitorio. ¿Cómo se come?
Es un platillo muy particular, lo más impresionante es que no le quitan la piel a la iguana. Le puede tocar a uno un pedazo que es cabeza con mano, la cabeza con la cresta y la mano con la uña, pero son buenísimas.
¿Se come todo?
Sí, bueno, la uña se puede dejar. La pepitoria son las semillas de calabaza, que las tuestan, las muelen y las mezclan con jitomate verde. Esa es la salsa que acompaña al estofado de iguana.