Cierra la Berlinale
19 de febrero de 2012El jurado internacional presidido por el cineasta británico Mike Leigh, hizo un homenaje simbólico a los octogenarios hermanos Paolo y Vittorio Taviani al coronar con el Oso de Oro su película “Cesare dever morire”.
La cinta documental filmada en blanco y negro en la temida Rebbibia, una cárcel de alta seguridad en las afueras de Roma, sigue a un grupo de convictos, entre ellos asesinos y miembros de la mafia, mientras ensayan una puesta en escena de la tragedia “Julius Caesar”, de Shakespeare.
“Por supuesto que los reclusos son culpables”, dijo Paolo Taviani durante la premiación en el Berlinale Palast. “Pero también un presidiario que cumple una larga condena, incluso de por vida, es un ser humano”, dijo. Algunos críticos de cine dijeron que la cinta recuerda a los experimentos carcelarios de los años 70 y 80 y calificaron por ello la concesión del premio como un homenaje simbólico a los cineastas.
Los medios alemanes no escondieron su decepción. “Oso de Oro para criminales peligrosos”, titulaba el diario “Berliner Morgenpost”, su edición del domingo. Alemania soñaba con el máximo galardón después de que “Barbara”, de Christian Petzold, liderara las encuestas de la crítica durante una semana. La cinta, ambientada durante la Guerra Fría en la extinta República Democrática Alemana (RDA), relata la historia de Barbara, (Nina Hoss), una doctora que solicita un permiso para salir del país y como castigo es enviada a provincia. La película se llevó el Oro de Plata al mejor director y ya había sido previamente honrada con el premio del público y la crítica del festival que cerró con 300.000 entradas vendidas.
En los 62 años de historia de la Berlinale, el máximo galardón ha quedado en seis ocasiones en manos de cineastas germanos. La última en 2004 con “Gegen die Wand”, del cineasta de origen turco Fatih Akin. Antes de él transcurrieron 18 años sin que el cine alemán triunfara en las quinielas.
Muchas películas, pocos Osos
El presidente del jurado internacional, Mike Leigh, destacó que hubo muchas películas sobresalientes y pocos Osos que repartir. Por ello el jurado decidió dar una mención honorífica a la cineasta suiza Ursula Meier por su película “L'Enfant D'en Haut/Sister". La cinta narra la soledad de un niño que crece en un aparente mundo de bienestar en un popular centro turístico alpino, pero tiene que robar un equipo de esquí para poder subsistir.
El tercer gran favorito de la crítica fue la cinta húngara “Csak a szél/Just the Wind", del cineasta Bence Fliegauf, que recrea con un hábil manejo de la cámara, la angustia de una familia gitana acosada por una ola de asesinatos racistas contra miembros de su etnia. El demoledor filme obtuvo el Gran Premio del Jurado.
La Berlinale concluyó su sección oficial de competencia con la cinta canadiense “Rebelle /War Witch", de Kim Nguyen, que narra la historia de una niña capturada por la guerrilla y obligada a asesinar a sus padres en un país africano que no es nombrado. Su protagonista, la congoleña Rachel Mwanza, de 15 años de edad, agradeció entre lágrimas el Oso de Plata que premia su debut en la gran pantalla. “Ya no tengo familia”, dijo Mwanza que fue abandonada primero por sus padres y luego por su abuela. “La gente que ven a mi lado es mi familia ahora”, dijo refiriéndose al elenco de la película rodada en su país natal.
“En Kongelig Affaere/A Royal Affair”, basada en un escándalo real del siglo XVIII en Dinamarca, se llevó dos distinciones: al mejor actor con Mikkel Boe Folsgaard como el trastornado rey y al mejor guión para los escritores Nikolaj Arcel y Rasmus Heisterberg.
El alemán Lutz Reitemeier recibió el Oso de Plata al logro artístico por su cinematografía en el drama épico chino “Bai Lu yuan/White Deer Plain”.
Premio a la innovación
El cineasta portugués Miguel Gomes obtuvo el Premio Alfred Bauer por su melodrama semimudo filmado en blanco y negro “Tabu”. El premio, que lleva el nombre del primer director del Festival Internacional de Cine, honra las obras que abren nuevas perspectivas en el séptimo arte. “En realidad yo quería hacer una película un poco pasada de moda”, dijo Miguel Gomes, que se mostró sorprendido de recibir a cambio un premio a la innovación. La cinta también se llevó el premio Fipresci de la crítica internacional por una historia de amor imposible situada en el África colonial.
La película española "Dictado", de Antonio Chavarrías, coproducción española-mexicana y única cinta hispanoparlante en competencia, se fue con las manos vacías y figuraba ya con uno de los más bajos puntajes de las encuestas entre la crítica.
Fue notable la ausencia del cine latinoamericano en la sección oficial de Competencia y Panorama, platos fuertes del festival. El cineasta uruguayo -mexicano, Rodrigo Plá, fue distinguido con el premio del jurado ecuménico y el premio de lectores del diario berlinés “Der Tagesspiegel”, por su cinta “La Demora”, que narra el abandono de un hombre que padece Alzheimer en un parque público por su hija, una madre soltera en una situación desesperada.
Premio Teddy a Loxoro
El premio Teddy a cintas de contenido homosexual, lésbico y transexual, fue otorgado al cortometraje “Loxoro”, de la cineasta peruana Claudia Llosa, ganadora hace tres años del Oso de Oro con su cinta “La Teta asustada”. El jurado destacó que la cinta retrata con maestría y de manera digna y humana a una comunidad marginada, lo que rara vez se logra en un cortometraje.
La cinta filmada a manera de documental, retrata a una comunidad transexual en Perú que ha adoptado un lenguaje propio “Loxoro”, como protección y narra la búsqueda desesperada de Makuti (Belissa Andía), cuya hija de 19 años, Mía (Ariana Wésember), ha desaparecido en las calles de Lima. El cortometraje narra a través de la búsqueda, el traspaso de fronteras. “Son mujeres que han sido expulsadas por sus familias que construyen fuertes lazos entre sí y desarrollan vínculos como de madre e hija”, dijo Llosa.
La cineasta argentina Celina Murga obtuvo una mención especial del jurado por su película “Escuela Normal”, un documental filmado en su natal Paraná, que explora el despertar político adolescente en una escuela secundaria.
En esta Berlinale revolucionaria, donde la primavera árabe y el conflicto saharaui fueron protagonistas entre las numerosas proyecciones, brillaron nuevamente las grandes estrellas de Hollywood. Por la alfombra roja desfilaron Angelina Jolie, Keanu Reves, Salma Hayek, Antonio Banderas, Javier Bardem y la actriz estadounidense Meryl Streep, que fue coronada con el Oso de Oro honorífico por su trayectoria cinematográfica.
Equilibrio bajo Dieter Kosslick
La ceremonia de premiación puso fin al festival de diez días de duración donde unas 400 películas compitieron por la atención de críticos de cine, prensa internacional y una poderosa industria, cuyos ejecutivos negociaban la distribución y venta de las cintas, paralelamente a los estrenos.
La edición 62 de la Berlinale, bajo la dirección de Dieter Kosslick durante los últimos doce años, se distinguió por el equilibrio entre estrellas y grandes maestros del séptimo arte en la alfombra roja y cine de autor de realizadores menos conocidos y obras de bajo presupuesto que de otra manera difícilmente podrían abrirse paso y llegar a las audiencias.
Autora: Eva Usi
Editor: Enrique López