Jena - Estudiar en la ciudad
15 de diciembre de 2010La mayoría de los que llegan a Jena en tren se bajan en la estación con el nombre más bonito de toda Alemania: Paraíso Jena. Puede que la ciudad a orillas del Saale no sea la encarnación del Jardín del Edén, pero sí que tiene cosas celestiales que ofrecer. En sólo unos minutos se recorre la distancia que separa la estación del centro urbano y del campus universitario. En Jena, no hay nada que esté realmente lejos: a todas partes se llega fácilmente a pie o en bicicleta.
La universidad es un centro moderno e internacional. Para el primer semestre del período lectivo 2008/2009 se matricularon en ella unos 700 estudiantes extranjeros nuevos. Las carreras de Empresariales, Medicina y Alemán como Idioma Extranjero son las más solicitadas entre quienes vienen de fuera.
Muchos estudiantes y grandes nombres
Uno de cada cuatro habitantes de Jena es alumno en alguno de los dos centros de estudios superiores de la ciudad. La mayoría asiste a clases en la Universidad Friedich Schiller, que tiene en total diez facultades; alrededor de mil futuros ingenieros y científicos lo hace en la Escuela Superior de Jena. En el primer semestre del período 2008/2009 sumaban un total de 25.000 estudiantes: ellos mantienen en jaque a esta urbe y la convierten en un paraíso para jóvenes.
De Jena salen desde hace siglos todo tipo de ideas y novedades. En la actualidad, un sinfín de patentes sigue naciendo aquí. Éste es uno de los puntos fuertes de la universidad a la vera del Saale, la única “Universitas litterarum“ –institución que imparte las principales disciplinas científicas– del estado federado de Turingia. Grandes nombres como Goethe, Schiller, Hegel, Fichte, Schelling, Haeckel, Abbe y Zeiss son la carta de presentación de la “Alta Escuela” que fundara Johann Friedrich I en 1558 y que hoy se presenta como una universidad moderna – sus científicos se encuentran en muchas ocasiones entre los mejores de sus campos.
Jena, ciudad de innovadores
La fama del llamado “Campus Beutenberg”, situado en la zona occidental de la ciudad, trasciende ya las fronteras de Alemania. Diez institutos de renombre, entre ellos la Asociación Leibniz y las sociedades Max Planck y Fraunhofer, así como otras cincuenta compañías privadas, colaboran aquí con fines investigativos en una alianza sin precedentes. Casi 2.000 empleados, la mayoría de ellos físicos, químicos y biotécnicos, se encargan de desarrollar las últimas innovaciones. Y por si esto fuera poco, Jena es sede de empresas líderes en el mundo en el ámbito de la técnica digital óptica y la electrónica, algunas de las cuales son firmas de larga tradición como Carl Zeiss, Schott y Jenoptik. Para los estudiantes, este hecho significa principalmente una cosa: a la hora de encontrar prácticas en la investigación, y de dar el salto a la vida profesional, Jena es el paraíso.
Buena oferta, pocas plazas
Cortos caminos en el interior de la universidad y entre los diversos institutos, estrecha relación entre estudiantes y profesores, laboratorios y bibliotecas bien equipados, todos estos elementos constituyen la receta de éxito de la Alma Máter ubicada en el corazón de Turingia. Esto es lo que atrae a los estudiantes año tras año, y la razón por la cual las carreras están llenas: las plazas libres escasean.
Autor: Ronny Arnold
Editor: Rosa Macías