Jeremy Corbyn, nuevo líder de los laboristas británicos
12 de septiembre de 2015Jeremy Corbyn ganó en primera ronda con el 59,5 por ciento de los votos emitidos, es decir, 251.417 votos. Cuando se anunciaron los resultados, fue ovacionado y abrazado, incluso por algunos de sus rivales. Corbyn, de 66 años, derrotó a dos exministros laboristas, Yvette Cooper y Andy Burnham, así como a Liz Kendall, considerada como la representante de las políticas defendidas por el exprimer ministro Tony Blair. Su elección hoy (12.09.2015) como líder -y futuro candidato a primer ministro- en las primarias de la formación ha confirmado los vaticinios de las encuestas, que desde el principio le dieron la victoria frente a sus rivales más centristas.
Jeremy Corbyn, que tiene un largo historial de votar en contra de su propio partido, triunfó con un mensaje en el que prometió aumentar la inversión gubernamental mediante la impresión de dinero y la renacionalización de vastos sectores de la economía. Curiosamente, el veterano activista se presentó al concurso sin intención de ganar, tan solo con el propósito de generar debate. De hecho, solo consiguió las 35 nominaciones necesarias a dos minutos del cierre del plazo el pasado 15 de junio. Ahora, Corbyn representará el poder establecido contra el que ha luchado toda su vida.
Su ideario tradicional de izquierdas ha conquistado a una nueva generación de británicos, desilusionada con el discurso mimético del resto de los partidos. Cuenta una larga trayectoria política, que despegó en 1983 al ganar su escaño en los Comunes, que aún tiene, por el distrito londinense de Islington North. Una de las rebeliones más sonadas contra su propio partido tuvo lugar en 2003, cuando rechazó la invasión de Irak, motivando con aquel debate el progresivo declive de la formación entonces liderada por Tony Blair.
Activista, comprometido... y domina el español
Aficionado a la bicicleta, vegetariano y abstemio, es además el parlamentario que menos dietas reclama en la Cámara de los Comunes, donde participa en varios grupos en defensa de los derechos humanos y causas latinoamericanas, entre otras en Bolivia, Chile y México. Pese a sus 32 años de diputado, Corbyn no tiene experiencia de gobierno y no contó con la confianza de los ex primeros ministros Tony Blair y Gordon Brown, quienes mantuvieron al Laborismo en el poder de 1997 a 2010. Asiduo a manifestaciones y prolífico orador, Blair y Brown -artífices del Nuevo Laborismo, más de derechas-, se han pronunciado contra su liderazgo, al considerar que dirigirá un partido de "mera protesta" incapaz de ganar en las urnas.
En 1987, la campaña contra el antiguo dictador chileno Augusto Pinochet le unió a su segunda esposa, la exiliada chilena Claudia Brachitta, de quien se divorció en 1999 y con la que tiene tres hijos. Según la prensa, se separaron, entre otras cosas, al discrepar sobre si uno de los varones debía ir a un instituto de secundaria privado o a uno público, opción que defendía el combativo diputado. Corbyn, que habla español con fluidez, se ha casado este año con la mexicana Laura Álvarez. Forma parte de numerosas organizaciones de activismo político, entre ellas Amnistía Internacional, la Campaña de Solidaridad con Palestina, la Coalición Parad la Guerra y la Campaña por el desarme nuclear (CND, en inglés), de la que es vicepresidente.
La abolición del programa nuclear británico de submarinos Trident es precisamente uno de los ejes de su manifiesto, en el que defiende también un innovador y polémico plan para que el Banco de Inglaterra emita dinero para financiar infraestructuras y vivienda social. La economía "corbynista" o, en inglés, "Corbynomics", que busca erradicar la austeridad, cuenta con partidarios y detractores entre los economistas, al igual que en el propio Partido Laborista, donde los seguidores del Nuevo Laborismo advierten que la ideología de su diputado más rebelde llevará a la aniquilación electoral de la histórica formación.
MS (efe/Reuters)