Joe Biden es el hombre adecuado solo para este momento
20 de enero de 2021Las imágenes del 6 de enero de 2021 son la inquietante demostración del estado en que se encuentra EE. UU. tras cuatro años de presidencia de Donald Trump. Han quedado grabadas en la memoria colectiva, y no solo en Estados Unidos. El mundo no las olvidará. Sublevados por el odio y corroídos por teorías de la conspiración, los seguidores del presidente en funciones asaltaron el corazón de la democracia estadounidense. Justo dos semanas después, EE. UU. tiene un nuevo presidente y ese fue un proceso que Trump no pudo frenar, a pesar de sus corrosivas mentiras. Esa es una buena noticia y todos podemos respirar tranquilos por un momento.
La era Trump aún no ha concluído
Donald Trump ya no es el presidente de EE. UU., pero su era dista mucho de haber concluído. El país que deja atrás está tan dividido como nunca antes desde la Guerra de Secesión, hace más de 150 años. Las posturas políticas están enfrentadas de manera irreconciliable, y esa frase es aplicable tanto al Parlamento como a la mesa familiar. Gran parte de los seguidores de Trump viven un edificio de mentiras hacia el que el ya expresidente los ha conducido hábilmente.
En política exterior, el balance de Trump también es desastroso. Alianzas de años quedaron destruídas y países autoritarios o dictatoriales como Rusia o China se frotan las manos a la vista del asalto al Capitolio. Joe Biden hereda devastación, caos y brutales fracturas económicas. El 20 de enero de 2021 asume una Casa Blanca en la que no hay nada listo ni en orden. Desde hace semanas, el país, potencia atómica y económica, no está de facto siendo gobernado. Eso es peligroso para Estados Unidos, pero también para los aliados internacionales.
Compromisos con los oponentes políticos
Nunca hubo un presidente estadounidense que tuviera tanta experiencia en el momento de asumir el poder como Joe Biden, que lleva en politica más de 50 años. Como diputado, luchó por lograr compromisos con los oponentes políticos y vivió de cerca la experiencia del poder durante 8 años como vicepresidente de Barack Obama. También en su primer discurso como presidente, Biden destacó de sí mismo esta importante cualidad, presentándose como reconciliador profesional, porque de verdad lo es y es algo que puede hacer.
A pesar de las extremas medidas de seguridad que habían excluido al pueblo estadounidense de esta celebración de la democracia, logró dignificar el momento de la toma de posesión. Él es capaz de eso. Y esta cualidad no se puede elogiar lo suficiente en este país que ha visto tanta desprestigio en las últimas semanas.
El retorno de la confianza
Para la comunidad internacional, el gobierno de Biden representa el retorno de la confianza. Biden está claramente comprometido con la OTAN como alianza transatlántica. Es un multilateralista que sabe que Estados Unidos por sí solo no tiene ninguna posibilidad en un mundo globalizado. A pesar de que eso no signifique que Europa pueda esconderse nuevamente detrás de su "hermano mayor" en el futuro. También este presidente estadounidense esperará un mayor compromiso del Viejo Continente en lo financiero.
Joe Biden es el hombre adecuado para este momento. También gran parte de su equipo está formado por experimentados profesionales, capaces de asumir labores de gobierno desde el primer día. El nuevo presidente podrá seguramente así evitar lo peor y llegar a compromisos con los republicanos para por fin implementar de manera inmediata programas importantes para salvar vidas en la pandemia de coronavirus.
Hallar una nueva normalidad
Pero el mayor reto será conducir al país a una nueva normalidad tras el manejo de la crisis. ¿Qué concepto duradero pueden ofrecer Biden y su administración a las personas que sienten, justificadamente, que la gran política las dejó en la estacada? ¿Cuál es su programa para combatir la injusticia social, que cada vez es más evidente y peor? ¿Qué puede hacerse por las personas hostigadas brutalmente por controles policiales solo por el color de su piel?
Joe Biden es un presidente de transición. Eso es algo que él mismo dejó claro al principio. Sin embargo, las palabras conciliadoras por sí solas no bastan para conducir al país a un futuro común.
Estados Unidos necesita tener una nueva idea de sí mismo, una respuesta a la pregunta de cómo quiere vivir la sociedad estadounidense en el futuro. ¿Qué significa realmente ser "estadounidense"? ¿Quiere el país seguir estando abierto para los inmigrantes? ¿Cuál es el lugar de EE. UU. en el escenario mundial? Pero Joe Biden no tiene respuestas para estas grandes cuestiones, y apenas la fuerza como para desarrollar una visión así de su país en un futuro inmediato.
(ms/cp)