Jornada sangrienta en Irak deja 16 muertos en ola de atentados
31 de diciembre de 2012
Al menos 16 personas murieron y 76 resultaron heridas el lunes (31.12.2012) en Irak en diferentes ataques, mientras las autoridades aumentaron la seguridad por la celebración de una importante peregrinación. La seguidilla de atentados se da en medio de una crisis política por divergencias entre los distintos grupos que componen la sociedad iraquí, y coincide con la enfermedad del presidente Jalal Talabani, quien intentaba mediar entre las partes en conflicto.
La ola de ataques sucede en medio de una de las celebraciones religiosas más importantes del país. Cada año millones de chiitas se dirigen a la ciudad de Karbala para conmemorar los 40 días después de la muerte del imán Hussein bin Ali, nieto del profeta Mahoma. El festival anual es tradicionalmente blanco de ataques sangrientos de insurgentes radicales de Al Qaeda y otros extremistas sunitas.
Más de 35.000 policías y soldados han sido destinados a proteger a los chiitas que participarán en la peregrinación de Arbaeen, cuyo punto culminante será el jueves (03.01.2013). Al grupo pertenecen 5.000 mujeres encargadas de registrar a las peregrinas. A pesar de estas medidas, los atentados se repitieron a lo largo de la jornada en distintos lugares del país. En las últimas jornadas además ha habido protestas contra el primer ministro Nuri al-Maliki, de origen chiita.
En la ciudad de Musayib, unos 100 kilómetros al sur de Bagdad, siete personas de la misma familia murieron y cinco resultaron heridas cuando hombres armados volaron tres casas, entre ellas las de las víctimas, informaron a la agencia de noticias dpa fuentes de seguridad. El hecho se produjo poco después de que una persona muriera y al menos 17 resultaran heridas al estallar un coche bomba cerca de una mezquita chiita en la ciudad de Hillah, ubicada al sur de Musayib. La bomba al parecer iba dirigida a asesinar al gobernador de la provincia de Babil, pues explotó cerca del convoy de la autoridad, que resultó ilesa.
Explosiones no dan respiro
En la provincia de Diyala, al noreste de la capital iraquí, un miembro de los llamados Consejos de Salvación (milicias progubernamentales), su mujer y dos de sus hijos murieron por la explosión de un artefacto dentro de su casa en la localidad de Balad Ruz, lo que también causó heridas graves a otra hija de la pareja, mientras que se registraron cinco heridos por el estallido de otro artefacto instalado en un carro de verduras en un mercado en Bani Saad, 20 kilómetros al suroeste de Baquba.
En el norte, en la ciudad de Kirkuk, tres policías murieron y siete resultaron heridos en dos ataques. Los policías fallecieron cuando intentaban desactivar una bomba, instalada en una zona del país que es disputada por el gobierno central y los kurdos. A su vez, un grupo de extremistas disparó con armas con silenciadores contra el puesto de control frente a la vivienda del asesor de Reconciliación Nacional de la provincia de Diyala, Jalid al Lahibi, asesinando a un guardaespaldas.
Si bien la violencia parecía ceder lentamente en Irak, prácticamente todos los días se producen atentados contra las fuerzas de seguridad y objetivos chiitas, ataques que se han incrementado desde el retiro de las fuerzas estadounidenses. Ningún grupo se ha atribuido la autoría de los crímenes.
Autor: Agencias, dpa
Editor: Diego Zúñiga