¿Justicia en México para los bebés robados del franquismo?
17 de febrero de 201717 de julio de 1936: una serie de militares contrarios a la Segunda República Española inicia en Melilla un levantamiento que en cuestión de horas se extendería por gran parte del país. El resto es historia, pero también olvido: la guerra civil y la dictadura del general Francisco Franco sirvieron para que el régimen tratase de borrar las huellas de la represión. A pesar de la multitud de casos documentados de persecución, tortura y asesinato de opositores políticos, sindicalistas, mujeres, homosexuales, personas trans y otros ciudadanos, España aún conserva el triste récord de ser uno de los países del mundo con mayor número de personas en fosas comunes. La historia de los crímenes del franquismo sigue sin estar escrita por completo, y menos aún juzgada.
Querella en México
Esta semana, Amnistía Internacional ha decidido abrir en México un nuevo capítulo de esta historia de la injusticia. El miércoles (15.02.2017) la organización presentó una querella en un juzgado mexicano. La protagonista del caso es la mexicana Ligia Ceballos Franco, Lily. Con 34 años, sus padres le contaron que no eran sus progenitores biológicos: en mayo de 1968 viajaron desde Yucatán a Madrid para "conseguirla". Hoy, tras años de búsqueda, sabe que en su partida de nacimiento se llamaba María Diana Ortiz Ramírez y que sus padres biológicos eran otros. Hoy Lily está convencida de poder probar que fue una bebé robada.
Su caso no es anecdótico. Para muchas organizaciones, como SOS Bebés Robados, los documentos que han ido saliendo a la luz a lo largo de los años apuntan a "una trama" durante los años del franquismo e incluso los primeros de la democracia, que se inaugura con la entrada en vigor de la actual Constitución en 1978, por la que se robaban recién nacidos en hospitales, hospicios y cárceles. La presidenta de la sección vasca de esta asociación, Flor Díaz, contó a DW su caso: "me robaron un hermano”. Cada vez que aparece en los medios, relata, sigue habiendo gente que se pone en contacto con ella para contarle una historia con demasiadas similitudes.
Denuncias en España
Solo desde 2011, a raíz de una denuncia colectiva de 261 personas, la Fiscalía General del Estado ha abierto 2083 diligencias por hechos similares, según datos de Amnistía Internacional. "Que sepamos, y así nos lo reconocieron en una reunión con la fiscalía, ninguno de estos casos ha llegado a la fase de juicio", explicó en una entrevista con DW Daniel Canales, investigador de esta organización en España. "Por otro lado, estas investigaciones de la fiscalía rechazaron que los casos de bebés robados pudieran responder a una trama a nivel nacional, sino que la Fiscalía entiende que se deberían investigar los casos individualmente y además siempre desde un prisma de delitos ordinarios", criticó Canales, quien defiende que el enfoque adecuado es el de crímenes de derecho internacional.
Investigación en Argentina
No se trata del único intento de buscar justicia fuera las fronteras españolas. La iniciativa de Amnistía Internacional ha recordado a muchos a la llamada querella argentina, por la que la jueza argentina María Servini de Cubría ha intentado juzgar los crímenes cometidos durante el franquismo en virtud del principio de justicia universal, si bien el Gobierno español se ha negado a extraditar a los 19 acusados. Díaz, que declaró ante Servini por videoconferencia, afirma que "aquí en España no es que me no abran ninguna puerta, es que me cierran todas". Ella critica que España no haya colaborado con la justicia argentina: "Todo lo contrario, le ha puesto la zancadilla".
Para las víctimas, que consideran que España les niega el acceso a la verdad, la justicia y la reparación, la vía que se abre al otro lado de océano es esperanzadora. "Tenía muchas esperanzas, aunque cada vez me quedan menos. Pero yo sé que esta jueza es fuerte y que se lo ha tomado en serio. Tarde o temprano esto va a salir, porque no han sido un robo o dos", señaló a DW la presidenta de SOS Bebés Robados.
Con el tiempo en contra
La vía que intenta abrir ahora Amnistía Internacional en México se presenta como otro rayo de esperanza, si bien la justicia mexicana todavía tiene que admitir la querella a trámite. "Esperamos que Lily encuentre justicia, pero también, en la medida de lo posible, hacerla extensiva a otras víctimas", explicó el investigador de esta organización.
Los familiares de los bebés presuntamente robados no tienen reparos en cruzar el océano, si esa es la única vía para escapar del bloqueo judicial al que dicen enfrentarse en España. "Nosotros iremos adonde sea. Porque alguien tiene que hacer justicia", dice Díaz con firmeza. El tiempo juega en contra de las víctimas de un régimen difunto, pero cuyos crímenes nadie ha juzgado y el paso de los años amenaza con enterrarlos en fosas comunes. "Las madres fallecen, los médicos fallecen, las matronas fallecen", se lamenta esta incansable luchadora. "Pero no vamos a tirar la toalla. Esto es una injusticia y vamos a llegar hasta el final".