Kipás en el Bundestag
26 de abril de 2018La tensión era perceptible en el Parlamento alemán. Durante una hora, los parlamentarios hablaron sobre el septuagésimo aniversario del Estado de Israel. Durante mucho tiempo estuvo claro en debates similares el punto de consenso: defender la existencia de Israel es uno de los pilares fundamentales de la política exterior alemana tras la barbarie de la época nazi, y no debe tener cabida un nuevo antisemitismo. Andrea Nahles, la nueva jefa del partido socialdemócrata (SPD), lo formuló así: "Para los alemanes, para quienes pertenecen a la segunda o tercera generación posterior a la guerra, rige: no tenemos culpa, pero sí responsabilidad. Y esta responsabilidad no tiene punto final”. Hasta hace cinco años podría haber dicho esto mismo, y todo el Parlamento habría aplaudido.
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Ahora, sin embargo, no hubo aplausos de la bancada populista de derecha de la AfD (Alternativa para Alemania). Su jefe, Alexander Gauland, comenzó con una apreciación compartida por los demás partidos: "Ese Estado surgió de una ruptura civilizatoria que estará para siempre vinculada al nombre de Alemania: la Shoa”. Pero la AfD no sería la AfD si no hubiera aprovechado la oportunidad para ligar también este tema a su principal materia de crítica: la política de refugiados de la canciller Angela Merkel. "Quien quema una estrella de David y ataca a quienes llevan kipá, abusa de la hospitalidad de este país y pierde sus derechos de huésped”, dijo Gauland, agregando que "el antisemitismo no puede convertirse en el daño colateral de una errada política de refugiados y de inmigración”. Su mensaje es claro: los antisemitas son los inmigrantes.
Antisemitismo en la AfD
Los expertos saben, sin embargo, desde hace años, que también sin inmigrantes subsiste por décadas por lo menos un antisemitismo latente. La jefa de la bancada de Los Verdes, Katrin Göring-Eckard, replicó a Gauland: "No podemos tomar en serio lo que ha dicho aquí sobre el derecho a la existencia de Israel”. En efecto, políticos de la AfD como Björn Höcke, se han referido al monumento del Holocausto en Berlín llamándolo "monumento de la deshonra”. Y líderes del partido, como Gauland, no interfieren.
Pero lo cierto es que la quema de banderas israelíes y los ataques contra judíos en Alemania, contra aquellos que llevan kipás, afligen a la mayoría de los parlamentarios. En las filas de la Unión Cristianodemócrata y Cristiano Social, por ejemplo, varios llevan en este día una kipá. Muchos de ellos tomaron parte en la víspera en una manifestación de protesta por los ataques recientes. También el jefe de la bancada de la CDU, Volker Kauder, quien señaló: "Fue impresionante la cantidad de gente que asistió, pero habríamos deseado que hubieran sido aún más. Y, sobre todo, habríamos deseado que nosotros hubiéramos hecho el evento y que no hubiera sido necesario que la comunidad judía tuviera que convocarlo”.
Solidaridad y críticas a Israel
Muchos parlamentarios hablaron de la vergüenza que sienten cuando entidades judías, como jardines infantiles, escuelas, recintos comunitarios y sinagogas, requieren protección policial en el país.
En cuanto a Israel, la mayoría de los oradores subrayó que Alemania seguirá firmemente de su lado. Andrea Nahles habló de "una historia de éxito, un país próspero, la única democracia del Cercano Oriente que tiene un clase emprendedora con mucha vitalidad”. Pero la jefa del SPD considera que está permitido criticar la política israelí de asentamientos y que la "solución de dos Estados” es una utopía lejana. También eso es parte del balance en el septuagésimo aniversario del Estado de Israel.