"Kraftwerk" contra Moses Pelham
31 de mayo de 2016
Tomar partes de temas musicales ajenos o citas habladas originales y reutilizarlas en una canción propia se llama “sampling” o muestreo musical. Con frecuencia, las charlas políticas se elaboran digitalmente y se usan después en una canción de rap, pero también se hacía ya en los 90 con citas musicales de las sinfonías de Beethoven o los cantos gregorianos.
El productor y compositor Moses Pelham descubrió la vieja canción de 1977 “Metall auf Metall” del grupo alemán Kraftwerk. Fueron solo dos segundos que el copió para la canción “Nur mir”, que luego cantó Sabrina Setlur. No pidió permiso al grupo de electropop. La respuesta no se hizo esperar: demanda por omisiones legales, daños y perjuicios que ha pasado por varias instancias legales. Al fin y al cabo, al grupo le costó mucho tiempo componer la canción sin técnica digital en aquel entonces, comenta Ralf Hütter, uno de los fundadores del grupo Kraftwerk.
¿Contra la libertad artística?
El Tribunal Supremo le había dado la razón a Ralf Hütter en 2012. La canción “Nur mir” no puede comercializarse en la controvertida versión por derechos de autor. El muestreo está básicamente permitido, pero no se pueden “robar” ni melodías ni sonidos. En la terminología técnica se habla de “criterio de repetibilidad”.
¿Qué hubiese pasado si Moses Pelhlam hubiese grabado el mismo la secuencia del tono y no el sonido original? El tema fue controvertido, porque Pelhalm se vio ofendido en su libertad artística. Es imposible debatir sobre las grabaciones del pasado, como es usual en hip hop, si no se pueden copiar los sonidos originales. Es decir, esta pugna divide al sector musical.
La libertad artística en Alemania está legalmente consagrada en la ley y dice que todos pueden decir su opinión sobre arte y música independientemente de que otros lo consideren arte. Esto, por otro lado, significa que el artista es libre de elegir los medios siempre y cuando no atenten contra el derecho personal o la protección de la propiedad intelectual.
Pequeños logros
Con el apoyo de productores musicales y músicos, Moses Pelham y Sabrina Setlur recurrieron la sentencia de 2012 y con éxito. El Tribunal Constitucional de la República Federal de Alemania anuló la sentencia. Argumentó que el fallo anterior no consideró suficientemente la ley de libertad artística. La secuencia es tan corta que se originó una obra independiente sin perjudicar económicamente al grupo Kraftwerk.
Es decir, los compositores pueden tomar trozos de piezas musicales ajenas sin tener que consultar a los titulares de los derechos de autor.
Pelhalm dice “estar contento con la sentencia. Creo que es importante para la evolución del arte”. Todo no hubiese llegado tan lejos sin Pelham hubiese contactado a Kraftwerk. Hütter, integrante del famoso grupo, opina que “entre colegas, lo más normal es que nos hubiese llamado por teléfono”.