Hermosas palmeras, historias trágicas
31 de marzo de 2015La selva en la cima de las montañas de Belice, en América Central, atrae a turistas de todas partes del mundo, que vienen para ver las ruinas de la cultura maya en El Caracol. Estas ruinas son testigo de una de las primeras edades de oro de la humanidad. A pesar de que hoy los edificios y templos se encuentran en ruinas y cubiertos de plantas, su historia, no siempre pacífica, sigue fascinando a muchos. Entre ellos, a los bloggers de viajes Sarah y Erdem, que visitaron la región a finales de verano de 2014. Ambos se encuentran recorriendo Sudamérica de norte a sur. En su blog escriben que no esperaban peligros en la selva, excepto quizás por las serpientes. "Como de costumbre, el peligro no se encuentra en los animales sino en las personas”, escriben más abajo, el 25 de septiembre. "Estábamos disfrutando de un pequeño descanso en la parte superior de la pirámide Caana cuando sucedió algo terrible.” Ambos se convirtieron en testigos de un asesinato. El suceso lo documentaron en un vídeo.
En el vídeo se oyen disparos. Como consecuencia, muere un policía de 20 años de edad. Dos balas le alcanzan en el cuerpo, la segunda directamente la cabeza. Pero, ¿qué hay detrás? El guía explica a los dos bloggers que los presuntos autores habían llegado cruzando ilegalmente la cercana frontera de Guatemala y habían desaparecido en el bosque. Durante el día el policía había encontrado los caballos de los presuntos asesinos en la selva y los había confiscado. Según su relato son delincuentes organizados. No obstante, no se trata de tráfico ilegal de drogas o de personas, sino de las hojas de la palma o palmera xate.
Palma: gran éxito de exportación
En total tres especies de palmera, o Chamaedorea, comparten este nombre. No obstante, el conflicto, que ha dado lugar a una víctima mortal en las ruinas mayas, gira principalmente en torno a una especie: Chamaedorea ernesti-augusti. Esta palma tiene las hojas en forma de corazón, o de cola de pescado, y son especialmente demandadas por su verdor y porque se mantienen hermosas y frescas durante mucho tiempo: hasta 40 días pueden permanecer en un jarrón sin perder su brillo y vigor. Todas estas propiedades hacen que las hojas de palma sean muy apreciadas para elaborar ramos en el mercado florístico europeo y asiático. De este modo, cada año llegan, en avión, grandes cantidades de hojas de palma a Ámsterdam y Miami, por ejemplo. Guatemala y México son junto a Belice, los principales exportadores. El negocio de las hojas de palma vale millones.
El tráfico ilegal fronterizo
Sin embargo, la cosecha de palma es cada vez más escasa. En la selva de Guatemala, por ejemplo, es tal la sobreexplotación de la palmera de xate, que como consecuencia ha desaparecido en muchas áreas. De este modo, los "xateros", tal y como se conoce a los cazadores furtivos de xate, se ven a menudo obligados a cruzar al país vecino de Belice para buscar allí la deseada planta de ramos y no lo tienen difícil. Cruzar la frontera, que atraviesa en línea recta una enorme zona selvática, es sencillo, ya que en esta área es difícil establecer vallas o controles de entrada. Además, los xateros conocen bien la selva desde hace décadas. "Se han vuelto más profesionales en los últimos años", afirma Rafael Manzanero, director de la organización Amigos para la Conservación y el Desarrollo, que se encarga de la conservación del Parque Nacional Chiquibul en Belice, situado a lo largo de la frontera con Guatemala.
"Impresiona bastante la valentía de los xateros en su proceder en la selva", continúa. Según cuenta, vienen en grupos armados y con caballos para el transporte de sus presas. Cada vez más niños pertenecen a estos grupos de contrabandistas porque son pequeños y lo suficientemente fuertes como para moverse y luchar por la selva particularmente densa. Es una "situación extraña", comenta Manzanero. "En las grabaciones que hemos realizado con cámaras ocultas, podemos ver que los xateros incluso trabajan en medio de la noche. No es seguro quedarse en la oscuridad de la selva pero los xateros no tienen miedo." De este modo, se ha desarrollado una amplia red de senderos a través de toda la superficie forestal.
Muchos problemas no resueltos
Esta explotación desenfrenada no sólo pone en peligro las plantas, sino que también tiene efectos de largo alcance más allá. "La huella humana, que dejan los xateros, abarca mucho más", cuenta Manzanero. En sus saqueos, la palmera de xante no es lo único que se llevan por delante los xanteros. Los contrabandistas permanecen a veces durante semanas en la selva y sólo una parte de ella la ocupan con la recolección de hojas de palma. Además de eso, talan madera protegida, cavan en búsqueda de artefactos en las ruinas mayas y cazan animales amenazados, como el tapir centroamericano.
A pesar de todo, Rafael Manzanero mantiene la esperanza y trata de poner en marcha nuevos proyectos, junto con organizaciones de Guatemala. Sus empleados, por ejemplo, trabajan regularmente en la selva con el fin de registrar las huellas que dejan los xateros y monitorizar el número de palmeras que se conservan. Sin embargo, en esa rutina encuentran demasiado a menudo campamentos abandonados por los xateros, así como la basura dejada por estos, pero cada vez menos xate.
Autora: Katja Döhne (AR/EL)