La biblioteca Anna Amalia renace de las cenizas
La biblioteca de la condesa Anna Amalia, en Weimar, es uno de los centros más importantes de la vida cultural de Alemania. Hace diez años se incendió, y los expertos tratan aún de rescatar decenas de miles de libros.
Un gigante de la investigación
La Biblioteca Condesa Anna Amalia, en Weimar, es Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO. Le debe su nombre a Anna Amalia von Braunschweig-Wolfenbüttel, quien fue su máxima patrocinadora. Su elaborada sala rococó de tres niveles es famosa y una de las más lujosas del mundo. El 24 de octubre de 2007, el día del cumpleaños de su patrona, se reabrió nuevamente tras haber sido restaurada.
Goethe, administrador de la biblioteca
Así se veía el salón rococó antes del incendio. El hijo de Anna Amalia, Carl August, gran duque de Sajonia, amplió la biblioteca en 1775. Dos años más tarde, encargó a Johann Wolfgang von Goethe administrarla. Goethe la dirigió hasta su muerte, en 1832, y la convirtió en una de las bibliotecas más importantes de Alemania.
Presa de las llamas
El 2 de septiembre de 2004, poco antes del planeado saneamiento de la “Cuna del clasicismo alemán”, las llamas irrumpen en la biblioteca y un incendio destruye áreas históricas. Un infortunado suceso, lamentado no solo por los habitantes de Weimar, sino también en el mundo.
Se salvaron 28.000 volúmenes
El incendio destruyó o dañó en forma permanente cerca de un quinto de los volúmenes y un décimo del total de un millón de libros que alberga la biblioteca. Unos 28.000 libros pudieron ser rescatados por el equipo liderado por el director de la biblioteca, Michael Knoche, entre ellos, una valiosa biblia luterana.
Esfuerzo conjunto
En total, se reunieron 38,8 millones de euros en donaciones privadas y públicas para restaurar la biblioteca. Ya se gastaron unos 20 millones de euros, y los restantes 18 millones serán invertidos todavía al menos durante 15 años.
Luchar por cada libro
En total se restauraron 36.000 volúmenes, en parte con los más modernos métodos de la recuperación de escritura. Pero la restauración de los libros más perjudicados por el fuego aún demorará varios años. Un quinto de los 50.000 libros perdidos pudieron ser remplazados, pero muchas otras obras eran piezas únicas.
Obra de Copérnico
El éxito más reciente en la recuperación de los volúmenes es la reaparición de una edición original de Nicolás Copérnico, “De Revolutionibus Orbium coelestium, Libri VI”, del año 1543. En ella, Copérnico demuestra que la Tierra gira sobre su propio eje y que es parte de un sistema de planetas que giran alrededor del sol, un descubrimiento que cambió el mundo.
Cicatrices visibles
La segunda galería del salón rococó, que se quemó por completo, no fue reconstruida en su antigua forma, sino transformada en un salón especial de lectura. Allí se pueden hallar manuscritos, incunables, notas, mapas y parte de colecciones especiales.
Un templo del saber
La biblioteca Anna Amalia es apreciada por investigadores de Alemania y del extranjero. Se especializa en literatura alemana anterior a la Ilustración, hasta el Romanticismo tardío. A la inmensa cantidad de libros que guarda se suman 2.600 manuscritos, 8.600 mapas y 29 globos terráqueos, así como grabaciones, microfilmes y registros electrónicos.