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Condena a muerte de un canadiense en China eleva la tensión

15 de enero de 2019

Canadá advierte a sus ciudadanos del "riesgo de aplicación arbitraria de las leyes locales" si viajan al país, después de que el propio presidente Justin Trudeau expresara su preocupación por el caso.

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China, Liaoning: Todesurteil für kanadischen Drogenschmuggler
Imagen: picture-alliance/dpa/CCTV

El Tribunal Popular de Dalian, en el noreste de China, condenó a muerte al canadiense Lloyd Schellenberg el lunes tras reabrir un caso de contrabando de drogas por el que ya había sido condenado a 15 años de cárcel. La sentencia se da en plena crisis diplomática entre Pekín y Ottawa tras la detención de la directora financiera de Huawei, Meng Wanzhou, en Canadá a petición de Estados Unidos y provocó la inmediata respuesta del presidente Justin Trudeau, que la calificó de "arbitraria".

"Es una grave preocupación para nosotros como Gobierno, como debería serlo para todos nuestros amigos de la comunidad internacional y aliados, que China ha elegido aplicar arbitrariamente la pena de muerte", dijo Trudeau en declaraciones a los periodistas en Ottawa.

La embajada Canadiense en Pekín lanzó ya el martes (15.01.2019)  una alerta de viaje a sus ciudadanos insistiendo en este punto y advirtiendo del "riesgo de aplicación arbitraria de las leyes locales" si visitan el país.  Además, el lunes una portavoz china negó que Michael Kovrig, un exdiplomático canadiense detenido en aparente represalia por el arresto de Meng, pudiera gozar de inmunidad diplomática, como había sostenido Trudeau.

Se declara inocente

Un informe divulgado por el tribunal de Dalian que condenó a Schellenberg citado por el diario independiente South China Morning Post explica que el acusado, de 36 años, fue detenido en 2015. Según detalla el documento, Schellenberg contrató a un traductor en 2014 para realizar una serie de actividades, incluida la compra de neumáticos para ocultar la metanfetamina para el contrabando, y, cuando se enteró de que la Policía china lo estaba investigando, intentó huir a Tailandia.

Schellenberg, que todavía puede recurrir la sentencia, rechazó durante el juicio las acusaciones vertidas por los fiscales e insistió en que es "un turista incriminado por delincuentes", ya que según explicó contrató a ese traductor por recomendación de un amigo y terminó involucrado en una trama de tráfico de drogas internacional. En 2016 fue condenado a 15 años de prisión, pero en diciembre el tribunal consideró demasiado leve la pena tras una petición del fiscal y decidió repetir el juicio.

lgc (ap/efe)

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