La conspiración perfecta
1 de enero de 1970Ciertas o no las teorías de conspiración, de complots secretos urdidos en las más altas esferas de la política estadounidense y mundial caen en tierra fértil. En Alemania cerca de una quinta parte de la población está convencida de la verdad de estas oscuras teorías que ven tras los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2011 el manejo de misteriosas y poderosas logias que buscan el poder mundial.
El hecho de que a dos años de cometidos los ataques terroristas contra objetivos situados en dos de las ciudades más importantes de la primera potencia del mundo con un saldo de miles de muertos, no se haya capturado aún a las mentes criminales que presuntamente planearon el magnicidio, crea las condiciones propicias para que 'aventureros y mercenarios' de la pluma puedan desarrollar verdaderas novelas de suspenso.
Las logias masónicas y el 11 de septiembre
Autores como Mathias Bröcker han logrado volverse famosos internacionalmente de la noche a la mañana con libros como 'Complots, teorías de conspiración y los secretos del 11.9'. Este libro que ya va en la edición número 33 y se ha traducido a idiomas tan exóticos como el bahasa Indonesia, se nutre, lo mismo que otros de su tipo, de preguntas pendientes de respuesta y desarrolla a partir de ellas curiosas teorías cuyas raíces, según el autor, van hasta el inicio de las logias masónicas.
Los beneficiarios de la duda
Bröcker no se encuentra sólo en la búsqueda de los 'verdaderos motivos' tras los ataques terroristas del 11 de septiembre. Los autores de estas teorías de complot no son ni locos ni novelistas extravagantes, sino periodistas de renombre. Bröcker fue editor del suplemento cultural del prestigioso diario de izquierda Tageszeitung. A su círculo pertenecen otros autores conocidos como Gerhard Wisnewski, quien trabaja para la segunda cadena de la televisión pública alemana o incluso se encuentran figuras como Andreas von Bülow, quien fuera ministro de Investigación en la era del canciller Helmut Schmidt.
Estos nombres le dan cierto nivel y una ventaja de credibilidad a las teorías de conspiración, sin embargo después de una lectura cuidadosa siempre queda la sensación de que algunas de las hipótesis han sido cinceladas con violencia por el autor para caber en el rompecabezas de conjura. Pero como decían ya lo romanos 'in dubio pro reo' (el beneficio de la duda a favor del imputado) y hasta que no se pruebe lo contrario estas teorías de confabulación seguirán teniendo adeptos.