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“La crisis turca debilita a la OTAN”

Akal Deger (VT/ERS)21 de julio de 2016

Los sucesos en Turquía tras el fallido golpe de Estado sacuden el flanco sur de la OTAN, advierte el experto en seguridad Gerd Portugall. También la detención de generales y soldados turcos podría impactar en la alianza.

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Imagen: picture-alliance/dpa/Bernd Wüstneck

Deutsche Welle: Tras el fallido golpe de Estado, el presidente turco, Erdogan, declaró el estado de emergencia durante tres meses. ¿Puede esto afectar la relación entre Turquía y la OTAN?

Gerd Portugall: No creo que la relación entre la OTAN y Turquía se vea afectada sustancialmente a largo plazo. Comparémoslo con lo que pasó en Francia. A raíz de un atentado terrorista se decretó el estado de excepción y las autoridades estatales actuaron consecuentemente. Pero este caso es distinto: en Turquía primero se actuó y después se legalizó la intervención del Estado.

¿Puede el desarrollo de los sucesos en Turquía influir en la fuerza estratégica de la OTAN y su flanco sur?

La inestabilidad en Turquía debilita el factor estabilizador de la OTAN en la región, y automáticamente también debilita a la alianza en la región. Pero no creo que el flanco sur de la OTAN se desmorone completamente. Ha sido sacudido fuertemente, pero a mediano plazo se volverá a estabilizar.

¿Podría cambiar la política exterior y de seguridad turca?

Sobre todo en el ámbito de la política exterior y de seguridad podemos esperar menos cambios que si los militares estuvieran gobernando ahora el país. Los estadounidenses dejaron claro que no cooperarán con una dictadura militar y que abandonarían la base aérea de Incirlik. Esta es importante para la lucha contra el Estado Islámico (EI). Los mayores cambios los podemos esperar en el sistema político de Turquía.

Decenas de miles de funcionarios estatales fueron suspendidos, miles han sido arrestados. ¿Hacia dónde podría encaminarse el país en medio de esta crisis de Estado?

Las medidas de Erdogan buscan fortalecer y estabilizar su gobierno. No obstante, esto debilita sobre todo el aparato estatal. Sí, estamos ante una situación de crisis. Pero por suerte el país no se está encaminando hacia un Estado fallido.

Por primera vez desde el intento de golpe, la Fuerza Aérea turca ha vuelto a atacar objetivos kurdos. Con ello, el Ejército subraya su rol como instrumento de un gobierno civil. En mi opinión, la conmoción tras un golpe de Estado exitoso hubiera sido mayor que bajo las actuales circunstancias.

Casi 8.000 soldados fueron arrestados, así como más de 100 generales y almirantes. ¿Qué impacto tendrá esto en la cooperación entre Turquía y la OTAN?

La alianza está orientada hacia la cooperación multinacional. Una tercera parte de los generales y almirantes ha sido suspendida. Es de suponerse que a lo largo de los años estas personas establecieron estrechos contactos con sus colegas en los demás Ejércitos de la alianza. Si son relevados, llevará tiempo establecer nuevos contactos. Por otro lado, Turquía cuenta con el segundo mayor Ejército de la OTAN, y hay suficientes coroneles listos para asumir los puestos de los generales despedidos. De momento, no veo que Turquía tenga que enfrentar ninguna guerra grande. Pero los líderes de las Fuerzas Armadas, los numerosos empleados del aparato judicial, los académicos y maestros que fueron despedidos no podrán ser reemplazados inmediatamente. Esto afectará la funcionalidad de determinados ámbitos.

El politólogo Gerd Portugall es experto en política de seguridad e impartió clases de “Estudios Militares” en la Universidad de Potsdam. Desde 2013 es redactor de política de seguridad y defensa del periódico “Behörden Spiegel” en Bonn.