La cumbre climática de Varsovia no avanza
17 de noviembre de 2013
"No existe un planeta B", "Si dejan de explotar el carbón, todos tendremos un futuro", vocean los manifestantes. Bajo el lema "Contra el cambio climático y por una justicia social", cerca de 1.000 jóvenes de toda Europa marchan del centro de Varsovia rumbo a la sede de la Cumbre del Clima. "Es importante vincular estos dos temas. Debemos detener el cambio climático, pero haciendo del mundo un lugar más justo socialmente y no más injusto", señala Filip Ilkowski, uno de los pocos manifestantes polacos.
Mientras tanto, en el Estadio Nacional, que hospeda la cumbre climática, las negociaciones continúan. Hasta ahora, se debaten sobre todo cuestiones técnicas, para que los ministros, que llegarán a Varsovia el próximo martes (19.11.2013), se puedan concentrar en preguntas políticas.
"Estamos trabajando", asegura Christiana Figueres, Secretaria Ejecutiva de la Convención sobre el Cambio Climático, "pero todavía no contamos con resultados concretos". En cambio, Franz Perrez, negociador de Suiza, se muestra decepcionado de la primera semana. "Dimos inicio a esta conferencia con el llamado de que no queríamos continuar así, sino obtener resultados concretos. Sin embargo, nuevamente nos estamos señalando los unos a los otros".
Desacuerdo sobre criterios
Con la mirada puesta en un acuerdo climático global, en Varsovia se están discutiendo criterios fundamentales para las cumbres venideras. En la próxima conferencia climática, dentro de dos años en París, por vez primera no solo los países industrializados, sino todos los países deberán dar a conocer números y explicar cuántas emisiones de gas invernadero se comprometerán a reducir.
Sin embargo, los diferentes puntos de vista no se hacen esperar. Brasil, por ejemplo, exige que se tome en cuenta la responsabilidad histórica de los países industrializados que emiten gases de efecto invernadero desde finales del siglo XVIII y, por ende, durante mucho más tiempo que los países en vías de desarrollo.
"La Unión Europea no tiene ningún problema para hablar sobre emisiones históricas", dice el negociador de la UE, Jürgen Lefevere, "no obstante, tenemos algunas objeciones". Si las emisiones históricas fueran el único indicador, existiría el riesgo de que el acuerdo se posponga hasta después de 2015, porque se necesitaría más tiempo para desarrollar este indicador, argumenta Lefevere.
Emisiones históricas podrían aplazar acuerdo
Asimismo, Martin Kaiser reconoce este peligro. Según el experto de Greenpeace, los países en vías de desarrollo tienen el derecho a exigir que se tome en cuenta la responsabilidad histórica de los países industrializados, pero ésta no debería servir para aplazar las negociaciones. Kaiser cree que Brasil pretende posponer las negociaciones, en parte, por las elecciones presidenciales que se celebrarán el próximo año.
En general, la primera semana de la Cumbre del Clima en Varsovia se caracterizó más por sus fracasos que por sus logros: el viernes (15.11.2013), Japón anunció que no podrá cumplir su meta de reducir sus emisiones un 25 por ciento comparado a 1990 hasta el año 2020. Al calcular esta meta, el país asiático había supuesto que la energía nuclear satisfaría el 40 por ciento de la demanda energética. No obstante, desde la catástrofe de Fukushima, muchas plantas nucleares dejaron de producir energía, por lo que el gobierno tendrá que recurrir a las energías fósiles.
Martin Kaiser lamenta este paso: "El anuncio de Japón, de rebajar sus objetivos climáticos, es una señal fatal para países como China e India. Sin embargo, necesitamos urgentemente que estos países participen en un futuro acuerdo".