La cumbre y sus resultados
2 de abril de 2009La Stampa, desde Turín, escribe este jueves sobre las perspectivas de éxito de la cumbre del G-20: “Es difícil predecir qué resultados arrojará el encuentro de Londres. Sin embargo, puede anticiparse lo que no sucederá: la turbulenta conferencia, que estará rodeada de protestas violentas y desencuentros entre los propios participantes, no logrará el milagro de encontrar una solución a la crisis económica actual. En el mejor de los casos, habrá acuerdos sobre cuestiones fundamentales antes de entrar en una fase más o menos larga en la cual habrán de definirse las cuestiones técnicas que podrían ayudar a que la economía mundial se recupere.”
Obama y su capital
Desde Francia, el Dernières Nouvelles d'Alsace analiza el papel de Estados Unidos en la cumbre londinense: “El presidente Barack Obama posee un enorme capital de simpatía en el Viejo Continente y por tanto no habrá demostraciones de animosidad a su persona. Pero para los estadounidenses es primordial defender sus intereses y recuperar el liderazgo que se les escapó de las manos durante la presidencia de george W. Bush. No es seguro que lo logren. Estados Unidos aparece como causante principal de la crisis, lo cual debilita su posición. Europa, sobre todo Francia y Alemania, utilizan esta circunstancia para elaborar demandas en voz muy alta, incluso con la amenaza de Sarkozy de abandonar la cumbre.”
Habrá acuerdo y paz
En la propia capital del Reino Unido, The Times observa los acontecimientos con ánimo positivo: “Olvidémonos de las pugnas dramatizadas, de la discordia y de la reconciliación de último minuto. La cumbre del G-20 finalizará con acuerdos, en medio de un ambiente pacífico y con felicitaciones mutuas. Antes que nada es cuestión de aritmética elemental. El encuentro de hoy marcará la coronación de acuerdos que ya fueron sellados por los sherpas. Luego, es asunto de voluntad política. Todos los mandatarios tienen la seria intención de salvar al mundo de la crisis actual. Otra razón para el optimismo en cuanto a la cumbre londinense radica en el hecho de que la economía mundial ha comenzado a reaccionar ante los empeños de la clase política.”
Coalición singular
En Dinamarca, el diario Information abunda sobre las propuestas de Alemania y Francia de cara al encuentro de Londres: “Se ha formado una coalición especial en el marco de la cumbre del G-20. A ella pertenecen los manifestantes anticapitalistas que pueblan las calles de Londres; por otro lado está la canciller alemana Angela Merkel y el presidente francés Nicolas Sarkozy. Juntos demandan la abolición del modelo capitalista anglosajón. Uno puede tener simpatía para la causa de Merkel y Sarkozy, pero debe decirse que no hacen sino echar leña al fuego y aparecer como populistas. Es inexplicable que Merkel se niegue a utilizar los excedentes comerciales de su país para estimular el consumo interno. Alemania no puede esperar que otras naciones –sobre todo Estados Unidos– echen a andar más paquetes de salvataje a fin de salvar a la industria germana de exportación.”
dpa/afp/el