La encrucijada geopolítica del Líbano
24 de enero de 2007Liberation, de París: "El Líbano se encuentra una vez más al borde del abismo. (...) Tras la guerra civil, la reconstrucción del país sólo fue posible en un clima de relativa confianza, bajo la égida de Siria y la conducción del entonces presidente Hariri. En vista de las dimensiones de las protestas que siguieron al asesinato de Hariri, Siria no tuvo fuerzas para mantener su presencia en el país. Pero, gracias a sus aliados, Damasco sí tuvo suficiente poder para evitar que los ganadores se beneficiaran del triunfo. La guerra israelí (...) ha fortalecido a una oposición azuzada desde la distancia por Damasco y Teherán. Si los libaneses no encuentran un modus vivendi que posibilite un mínimo de confianza, los fondos de ayuda sobre los que se discutirá a partir de maña en París no servirán de nada".
Intereses foráneos
La Croix, de París: "Una vez más, el Líbano es escenario de maniobras que obedecen a intereses más allá de los propios. Fiel a su historia, Francia quiere conservar su influencia en el país. Estados Unidos ve allí terreno para una confrontación indirecta con Siria e Irán, los padrinos de Hezbolá. En la conferencia de París se prometerá mucho dinero, se condonarán deudas o al menos se ofrecerán prórrogas y se pronunciarán muchas palabras grandilocuentes. Pero a su regreso a Beirut aguardará al primer ministro libanés la tarea más difícil: convencer a los profundamente divididos libaneses".
El desquite de Damasco
Salzburger Nachrichten, de Salzburgo: "Este conflicto es en realidad una prueba de fuerza. El primer ministro Fuad Siniora y los estadounidenses y franceses que lo apoyan quieren lograr el desarme de Hezbolá. Y quieren evitar que Hezbolá y sus aliados pro-sirios asuman de facto el poder en el país. Porque, con ello se modificaría drásticamente todo el panorama geopolítico, a favor de las fuerzas antioccidentales dirigidas por Irán, que respalda a Hezbolá. Al mismo tiempo, Siria ve la oportunidad de desquitarse por las serias humillaciones sufridas con la retirada forzada de sus tropas de ocupación después de 30 años de permanencia en el Líbano. Damasco, que respalda a la oposición, abriga nuevamente la esperanza de hacer valer su influencia en el Líbano y de imponerle una posición de dependencia. Justamente eso es lo que querían evitar Siniora y sus partidarios".
La fragilidad de Siniora
Kommersant, de Moscú: "Con su movilización, la oposición apuntó hacia la conferencia de dadores a celebrarse en París. Estados Unidos y Francia, los puntales del primer ministro libanés Fuad Siniora, ya han prometido la considerable suma de cinco mil millones de dólares. El dinero ha de ser destinado a la reconstrucción del Líbano, tras los ataques de Israel del año pasado. Pero si la oposición demuestra que el gobierno no tiene la situación bajo control, esos fondos quedan en el aire. La posición de Siniora se vuelve extremadamente frágil. E Irán, como protector de Hezbolá, nunca se olvida de paliar las necesidades de sus correligionarios".