La energía solar, más barata
16 de febrero de 2012
En el mercado mundial de la energía solar se está produciendo un desarrollo vertiginoso. Sobre todo en China, donde las empresas construyen fábricas cada vez más grandes para producir módulos fotovoltaicos. Es por eso que los precios de las celdas solares bajaron de manera drástica. Actualmente, una central fotovoltaica cuesta la mitad de lo que costaba hace cuatro años. Y esa dinámica tiene consecuencias importantes: las fábricas de módulos solares que no resisten a la guerra de precios pierden la batalla y deben cerrar. Las más perjudicadas por la presión de los bajos precios de la competencia asiática son, sobre todo, las compañías alemanas y estadounidenses.
Ganadores y perdedores
La oferta de módulos solares baratos, que perjudica a las productoras, beneficia, por otro lado, a los operadores de instalaciones fotovoltaicas. Los productores de energía solar pagan costos energéticos que corresponden a lo que abonan los consumidores finales por el suministro de la red eléctrica pública. Con eso, la energía solar se convierte en un rival cada vez más importante para las abastecedoras convencionales de electricidad.
El sector de la energía solar estima que en 2011 se instalaron nuevas centrales fotovoltaicas con un rendimiento de alrededor de 27 gigavatios (GW), con lo cual la producción mundial de energía solar ascendió a 67 gigavatios. En 2012 se espera que esas centrales produzcan una cantidad de electricidad correspondiente a la de unas 12 centrales atómicas. Y a partir de 2020 se pronostica que de los módulos solares instalados resultarán 430 gigavatios, es decir, la electricidad que se obtendría de 80 centrales nucleares.
Cambio de tendencia en Alemania
Con un rendimiento de cerca de 25 gigavatios, Alemania es precursor global en el abastecimiento de energía solar. Aunque la industria alemana tiene un alto consumo de energía, al menos un cuatro por ciento está cubierto por la energía fotovoltaica.
Cuatro grandes grupos empresarios dominaron el abastecimiento de la red eléctrica en Alemania durante décadas. Pero el mercado energético está cambiando desde que comenzó a ampliarse la producción de energías renovables. Las primeras centrales eólicas, solares y de biomasa fueron privadas, y sin esas iniciativas Alemania no hubiese logrado formar parte del giro energético, un éxito que fue posible también gracias a la Ley alemana de Energías Renovables, que prescribe que la electricidad ecológica debe subvencionarse a través de una prima sobre el precio de la electricidad convencional.
La tasa de las energías renovables en el mix de energía eléctrica alemán es hoy de cerca de un 20 por ciento, y se duplicará hasta 2020, de acuerdo con estimaciones del ministerio alemán de Medio Ambiente. Debido a este desarrollo, los antiguos grupos empresarios están sufriendo pérdidas importantes. Y como en el futuro se espera que la gente produzca electricidad de manera cada vez más autónoma, el ritmo de esta evolución es muy dinámico.
Electricidad fotovoltaica es más barata
Ni siquiera los conocedores del sector esperaban un desarrollo tan acelerado. Gracia a la reducción en el precio de los módulos fotovoltaicos, la electricidad de instalaciones fotovoltaicas privadas es, en Alemania, más barata que la proveniente de la red pública. Si se tienen en cuenta los costos de inversión, una hora kilovatio (kWh) cuesta actualmente 24 céntimos como máximo. La electricidad de las grandes abastecedoras le cuesta al consumidor final alrededor de un cuatro por ciento más.
La electricidad solar de producción propia es lucrativa a largo plazo para los operadores de instalaciones fotovoltaicas. Junto con la subvención oficial de la electricidad, los operadores están a salvo de los aumentos de precios en el suministro. Mientras el precio de la electricidad solar proveniente de unidades fotovoltaicas propias no aumenta, e incluso el suministro pasa a ser gratuito luego de que se amortiza la inversión, el precio de las abastecedoras sube cada vez más. En los últimos diez años, los consumidores alemanes se vieron afectados por aumentos en el suministro eléctrico de más de un 50 por ciento.
La energía solar cubre el suministro de electricidad
Las acciones de las grandes empresas también están disminuyendo porque el mercado fotovoltaico crece cada vez más. En la bolsa se negocia con la electricidad de las diferentes centrales destinada a grandes clientes. Por lo general, el precio de la electricidad siempre subía durante las horas del mediodía, pero como las instalaciones fotovoltaicas proveen de energía sobre todo durante esas horas, su precio se amortiguó en las horas pico.
Ni siquiera la desconexión de ocho centrales nucleares en Alemania, después de la catástrofe de Fukushima, llegó a ser un gran problema gracias a la energía solar. Y, en invierno, los módulos solares abastecieron a la red en las horas pico con más electricidad que las ocho centrales atómicas juntas.
Una central solar en el desierto de Atacama, en Chile, demuestra que la energía solar es una alternativa y que puede convertirse en un rival importante de las abastecedoras convencionales. En Atacama se construyó por primera vez en el mundo una central fotovoltaica sin fomento estatal a fin de suministrar electricidad a una compañía productora de cobre, que utiliza cantidades masivas de energía. Según cálculos de la revista especializada Photon, allí se produce electricidad renovable a menos de 10 céntimos por kilovatio.
Ampliación del almacenaje y de las redes
El crecimiento de la energía solar va acompañado de nuevos desafíos. Las celdas solares producen electricidad sólo durante el día y, sobre todo, cuando brilla el sol. Cuando está nublado, la cosecha eléctrica disminuye. En Alemania, estas consecuencias se hacen sentir, ya que la cantidad de electricidad almacenada, destinada a la red pública, proveniente de la energía solar y de la eólica sufre grandes fluctuaciones. “Tenemos que encontrar una solución”, dice Johannes Kindler, representante del organismo alemán de vigilancia del suministro eléctrico.
Es por eso que los expertos exigen que se amplíe la capacidad de almacenaje y se cree un sistema de manejo inteligente de la electricidad que reaccione ante oscilaciones de ese tipo. Entre otras cosas, se planean centrales gasíferas flexibles que entren en funcionamiento cuando se acabe la electricidad. También se planea ampliar la red eléctrica en la Unión Europea, una condición necesaria para que la electricidad llegue a donde se la necesita.
Autor: Gero Rueter/ Cristina Papaleo
Editor: Enrique López