La futurología, una herramienta para tiempos de cambio
17 de diciembre de 2008Flechtheim, quien creó la futurología hace 40 años, pensó que la humanidad había llegado a una etapa en la que podía desarrollar un sentido del futuro. Tuvo dos aspectos en mente: por un lado, el comienzo de una era de evolución acelerada que iba a resultar en un futuro muy distinto. Por el otro, el avance tecnológico con nuevos instrumentos de previsión que permitían predicciones más exactas.
Un método para tiempos difíciles
La futurología parece ser más popular en tiempos de incertidumbre y de cambio, como durante crisis económicas, cambios sociales o cuando se acerca el año nuevo. Para algunos, es reconfortante pensar que la futurología podría ofrecer métodos con los cuales sería posible predecir los acontecimientos o, por lo menos, los desarrollos generales que se deben tener en cuenta.
Hoy en día, el número de desafíos que el mundo enfrenta parece mayor que nunca. Algunos de ellos son la inestabilidad económica y financiera, el calentamiento global y el aumento de los niveles del mar, los fracasos ambientales a niveles regionales, el nivel del precio del petróleo, la agitación social y la migración en niveles nunca antes vistos.
En las décadas pasadas, la terminología de la futurología se ha transformado. "Prospectiva", "estudios del futuro" o "previsión" han sido algunos de los términos que se han usado para describirla. Así, los cambios en su definición del campo han reflejado los cambios en las metodologías usadas.
Algunos de los métodos más populares han sido el monitoreo (Monitoring), el método Delphi y la Formación de Escenarios (Scenario Planning).
Monitoreo
En el proceso del monitoreo se busca información específica en campos determinados, descubriéndose así nuevos desarrollos en fenómenos sociales y ecológicos. Su objetivo es la observación y el registro de estados, procesos y fenómenos, con el cual se crea una base con la que se interpretan hechos recogidos. El monitoreo es una observación de la realidad, lo que hace posible detectar señales, analizar oportunidades y riesgos.
El Método Delphi
Este método consiste en lograr respuestas a preguntas determinadas. Un panel de expertos responde a cuestionarios en dos o más oportunidades. Después de cada ronda de respuestas se redacta un resumen anónimo de los pronósticos. Más tarde, los científicos leen dichos resúmenes.
Esto contribuye a que, en una ronda posterior, modifiquen sus respuestas si lo consideran necesario. De este modo, se obtienen respuestas cada vez más homogéneas, y, en algún sentido, "correctas", de lo que puede suceder en el futuro. El objetivo principal del método Delphi es combinar opiniones de expertos sobre la probabilidad y expectativas de desarrollo de una tecnología en particular.
La formación de escenarios
Otro método popular es el de la Formación de Escenarios. En este método se combinan análisis de datos demográficos, geográficos, económicos concretos con alternativas plausibles de lo que podría suceder en áreas sociales, técnicas, económicas, ambientales, educacionales y políticas. Este método considera que muchos factores pueden congregarse de manera compleja para crear escenarios sorprendentes.
En la futurología, los analistas eligen los componentes de los escenarios para que sean tanto posibles como incómodos, lo que sirve para anticipar debilidades ocultas en determinadas organizaciones como gobiernos o empresas. Reveladas de antemano, dichas debilidades pueden evitarse, o su impacto puede al menos reducirse tomando las medidas necesarias.
Predicciones útiles para gobiernos y empresas
Muchas compañías han usado futurólogos en la planificación estratégica y el desarrollo de nuevas tecnologías. La compañía British Telecom y Orange, un operador de teléfonos móviles son algunas de ellas. También los gobiernos utilizan los métodos de la futurología.
El ministerio de educación e investigación alemán comisionó un estudio Delphi en el año 1998. Como pasaron diez años, hoy es posible evaluar los pronósticos de los 2000 expertos que participaron en este estudio. Un fenómeno que han podido predecir los expertos fue el desplazamiento de puestos de trabajo hacia países en desarrollo. Otros pronósticos exitosos fueron la difusión del correo electrónico, los teléfonos móviles, la banca online, las cámaras digitales y los televisores de pantalla plana.
No obstante, los expertos se equivocaron en cuanto a la vacuna contra el SIDA, que todavía no existe, los vehículos voladores, las fábricas en el espacio o el descenso de los niveles del tráfico. Los expertos tampoco pronosticaron el auge de los reproductores de mp3 ni el de los sistemas de navegación para automóviles.
Mala imagen, ¿futuro promisorio?
La futurología siempre ha tenido muchos críticos. Hay quienes exigen que el escaso uso de la palabra en el mundo académico y financiero demuestra que la futurología no existe como disciplina establecida. Es evidente que el campo de la futurología ha tenido sus fracasos. Uno de los más grandes ha sido que no se lo valora aún como método de investigación.
Según Karlheinz Steinmüller, un futurólogo alemán, el supuesto fracaso de la futurología también es culpa de los medios de comunicación. En una entrevista publicada en la revista hamburguesa Der Spiegel, Steinmüller dijo que en los años 60 sí hubo futurólogos que predijeron la creación de la red virtual, pero constata que "los medios de comunicación se interesan mucho más en los coches voladores, el cibersexo o en pronósticos apocalípticos que en las tecnologías de comunicación".
Richard Slaughter, de la publicación Futures, indica que los futurólogos han fracasado en cuanto a explicar y difundir esta ciencia al público y a los medios. Un indicador de este fracaso es la brecha existente entre la predicción acerca del cambio climático y la escasez del agua como desafíos importantes y el reconocimiento oficial de esos problemas por parte de gobiernos y empresas más tarde de lo debido. Lamentablemente, para muchos, el concepto de futurología todavía evoca imágenes de ciencia-ficción y de películas como "Volver al futuro".