La Gran Bretaña de Gordon Brown

Continuidad al interior y cambios en la política externa: el nuevo primer Ministro redefine el rumbo a seguir por Gran Bretaña a 24 horas de asumir el poder. La era pos Tony Blair ha comenzado y se aleja de la impopular guerra en Irak.

Aunque Brown ha declarado que cumplirá con los compromisos que tiene Gran Bretaña en Irak, se especula ya sobre la posible aceleración de la retirada de tropas británicas que ascienden a 5.500 soldados en territorio iraquí. La designación de David Miliband como ministro de Relaciones Exteriores refuerza el nuevo matiz que por lo visto habrá en la política exterior británica.

Por un mundo mejor

David Miliband, quien ocupó hasta ahora el ministerio del Medio Ambiente, es catalogado como una de las promesas del Partido Laborista y calificó en su día a la guerra de Irak de "gran error". Aunque sus declaraciones en este sentido no son públicas, los especialistas indican que el estudiante de Filosofía, Política y Economía de Oxford, hijo de un marxista judío y una intelectual de izquierdas, nunca aprobó la intervención militar en Irak.

El joven de 41 años ha declarado que trabajará por una "Gran Bretaña y un mundo mejor". Avalan sus declaraciones su postura de lucha contra el cambio climático y también la convicción de que "las oportunidades y desafíos del mundo moderno exigen una diplomacia que sea paciente además de bien intencionada, que escuche además de dirigir", según su propio discurso.

Prosperidad y reformas

En lo que se refiere a los designios internos se espera continuidad, especialmente en la política económica. La designación de Alistair Darling como Ministro de Finanzas hace pensar a los analistas que no se registrarán cambios mayores en la política fiscal. Darling, de 53 años, fue anteriormente Secretario en Jefe del Tesoro y posteriormente secretario de Comercio e Industria.

Los puntos más importantes en la propuesta política de Brown son los cambios en las escuelas y el Servicio Nacional de Salud dirigido por el Estado. En el Ministerio de Educación, Brown colocó a uno de sus más estrechos colaboradores durante su etapa al frente del Ministerio de Finanzas, a Ed Balls, quien deberá modernizar el sistema británico.

Por su parte tocará a Alan Johnson enfrentar la modernización del servicio de salud, en su calidad de ministro de Sanidad.

De la guerra a la paz

Por su parte, Tony Blair, que ha despejado ya el número 10 de Downing Street, fue nombrado oficialmente enviado especial del Cuarteto de Paz para el Cercano Oriente a pocas horas de entregar su dimisión formal a la Reina Isabel II de Inglaterra.

El periodo de Blair como promotor de paz en el Cercano Oriente no comienza llanamente. Su denominación causó cierta irritación en el gobierno alemán que no fue consultado oficialmente sobre la elección.

Según información divulgada por el periódico Süddeutsche Zeitung, Blair negoció el puesto de forma confidencial con el gobierno de Washington, que lo recomendó formalmente sin consultar antes a los otros miembros del Cuarteto, integrado por las Naciones Unidas, la Unión Europea, Rusia y Estados Unidos.

Pero el anuncio es público y la canciller alemana ha declarado que Blair "es un político de amplia experiencia que podrá ofrecer al Cuarteto un gran aporte", asegurando que al final el ex primer Ministro recibió el voto de todos, incluyendo el de la UE.