La herencia de Blair
11 de mayo de 2007El periódico inglés The Independent hace el siguiente balance del decenio en el que el actual primer ministro británico se mantuvo en el poder: "Tony Blair deja a Gran Bretaña como un país distinto del que comenzó a gobernar; es más tolerante, más diverso social y étnicamente, y más abierto que hace diez años. También es más inequitativo y con menor movilización social. Si Blair es o no responsable por todo ello, o si únicamente coincidió con los cambios en el mundo, es cuestión debatible. En cambio, lo que es incontrovertible es su responsabilidad en el error político más importante de la posguerra en materia de relaciones internacionales. Sus consecuencias se dejarán sentir por muchos años. La guerra en Irak es el trágico epitafio de la década de Tony Blair como primer ministro."
Optimistas y cínicos
A su vez, el Volkskrant de La Haya dice desde la perspectiva holandesa: "Tony Blair divide al mundo en optimistas y cínicos. No cabe duda a cuál de las dos categorías se inscribe él mismo. Su optimismo se vio apoyado en algunas ocasiones por una desmesurada manipulación de los medios, en la cual su gobierno superó con creces todas sus metas. Ello, empero, no altera el hecho de que Blair logró convertir a Inglaterra en un país que mira con confianza hacia el futuro. Si esta página de su gobierno, junto con otras como el compromiso por ayudar a África y la preservación del medio ambiente, eclipsarán algún día a la guerra de Irak, es cosa que está por verse. Pero con la renuncia, el mundo pierde sin duda a un gobernante de altura."
La verdadera herencia
Desde Alemania, el Tagesspiegel de Berlín señala: "Tony Blair convirtió al laborismo en una opción electoral; lo llevó al centro de la sociedad y allí lo consolidó. Fue un logro impresionante. Y dado que como consecuencia los conservadores también se modernizan, el espectro político entero de la Gran Bretaña se aleja de la radicalización. De ésta era surge un partido que pretende tener mejores oportunidades con el desabrido Gordon Brown. El laborismo podría llevarse gran decepción. Así que la verdadera herencia de Blair podría ser David Cameron, el líder conservador."
Rostro de la modernidad
También en la capital alemana, pero desde otro espectro político (el conservador), Die Welt hace las siguientes consideraciones: "Luego de una década, los británicos están cansados de su primer ministro. Por muchos años, Blair encarnó el rostro de la modernidad; hoy, en cambio, a ojos ingleses ha caído a la altura de un segundo George W. Bush. Las democracias gustan de los reyes ciudadanos, pero solamente por el tiempo necesario. Y con cierta distancia de por medio, los ingleses, y no sólo ellos, pensarán distinto acerca de Blair. El primer ministro ha modernizado a su partido y con ello ha resguardado los logros económicos alcanzados por las reformas de Margaret Thatcher. Además, fue Blair quien acabó el conflicto en Irlanda del Norte."