La juventud bajo el signo de la libertad de circulación
8 de agosto de 2013
Apenas era una niña cuando cayó el muro de Berlín. Crecí en la antigua RDA [la República Democrática Alemana], y como niña de doce años seguí con expectación los eventos del año 1989: la apertura de la frontera húngara, la huida de los cuidadanos de la RDA en la embajada de Praga de la RFA [la República Federal de Alemania], su aguante durante semanas en tiendas de campaña y en lodo, el discurso de Hans-Dietrich Genscher [político alemán], los manifiestos en todo el país y, finalmente, la caída del muro.
El 15 de enero de 1990, mis padres me llevaron a la opugnación de la central del servicio de seguridad del Estado (Zentrale der Staatssicherheit), que solo estaba a dos manzanas de nuestro piso. Toda mi vida posterior se desarrolló bajo el signo de la libertad de circulación. Cuando tenía 14 años, viajé por primera vez a Inglaterra para hacer un curso de idiomas. A mis 16 años pasé un año en Florida como alumno de intercambio, y a los 21 estudié durante un año en la universidad de Texas. Hoy soy profesora de inglés y alemán, y vivo en Buenos Aires, Argentina.
En la foto se puede ver a mis padres, a mi hermano menor y a mí el 11 de noviembre de 1989 en Berlín Britz, haciendo cola para recibir el dinero de bienvenida. La foto fue tomada por la prima de mi madre que vivió y aún vive en Berlín Oeste.
Autora: Adina de Argentina
Editora: Jeanette Müller