La OMC lo vuelve a intentar
22 de marzo de 2004Las negociaciones en el área de agricultura son las más difíciles a superar por la Organización Mundial del Comercio (OMC). No hay ningún tema tan discutido entre sus miembros como el de la reducción de derechos de aduana y subvenciones de exportación, así como el acceso de productos agrícolas a los diversos mercados. Sólo cuando se logre movilizar las negociaciones en este ámbito la OMC podrá avanzar también en el resto de las áreas.
A muchos les podrá parecer extraño el estrecho vínculo entre las negociaciones en el sector servicios o productos industriales, por ejemplo, con las negociaciones de agricultura. Ya desde la Ronda Uruguay, muchos naciones en vías de desarrollo vinculan su disposición a abrir sus mercados a productos europeos, estadounidenses o japoneses con la iniciativa de las grandes potencias a abrir sus mercados a sus productos y también a la reducción de subvenciones.
El valor simbólico de la agricultura
Las negociaciones en el ámbito agrícola tienen un valor simbólico. ¿Están las grandes potencias comerciales como Estados Unidos y la Unión Europea (UE), dispuestas a promover el comercio justo y a cumplir con las demandas hechas en las negociaciones de Doha? Durante la última reunión ministerial de la OMC en Cancún, la oferta de los europeos y de los estadounidenses no resultó convincente y las negociaciones fracasaron. Bajo el nombre de G 20, se creó un grupo poderoso al que pertenecen grandes productores agrícolas y naciones en vías de desarrollo como Brasil, Argentina y China. El G 20 representa los intereses de los países en vías de desarrollo y exige en primera línea un recorte mucho más amplio de subvenciones por parte de UE, EE.UU. y Japón.
Desde el fracaso de Cancún en otoño pasado se han realizado un sin fin de encuentros y discusiones. La de este 22 de marzo es la primera ronda en la que estarán representados por los correspondientes jefes de delegación, todos los miembros de la OMC para negociar específicamente las cuestiones agrícolas.
Mucho trecho poco tiempo
Aun cuando existe consenso en que se registra un cambio de tono en las discusiones, se requiere de esfuerzos intensos y gran disposición política para alcanzar la meta. ¿Están los representantes dispuestos a tomar decisiones políticas difíciles y de gran dimensión? La OMC se encuentra todavía en una fase de negociaciones que ya debería estar cerrada hace meses. Aún se discute sobre el marco base dentro del cual anclar la reducción de subvenciones y derechos de aduana. Habrá que superar primero la etapa de definición de las formulaciones básicas. Posteriormente comenzará la fase en la que se definirán números y plazos. Ningún experto se atreve a hacer un pronóstico sobre los resultados, difícil es decir si estos nuevos tonos optimistas se concretarán en resultados palpables, que impulsen a la OMC a cumplir su cometido de haber finalizado las negociaciones hasta fines de 2004.