La orquesta que une a Latinoamérica y Europa
6 de junio de 2024Tender un puente hecho de notas musicales. Este es el objetivo de la Orquesta Latinoamericana de Europa, una formación única en su tipo, integrada por músicos profesionales provenientes de Latinoamérica residentes en Europa.
"Queremos crear un puente orquestal que una ambos continentes en un proyecto común que celebre la diversidad cultural”, cuenta a DW David Avendaño (36), fagotista colombiano residente en la ciudad alemana de Fráncfort, cofundador de la iniciativa con base en esta ciudad del oeste de Alemania.
"En Europa hay mucha oferta cultural, sin embargo, en el campo de la música sinfónica no hay una entidad que cubra principalmente la obra de compositores latinoamericanos”, agrega y pone en perspectiva el músico.
"Nos dedicamos a promover la riqueza de la música sinfónica tradicional y contemporánea de nuestro lugar de origen apoyando tanto a solistas y directores, como a compositores latinoamericanos en su proyección internacional”, detalla sobre la labor que desarrollan.
"La fusión cultural es otro de nuestros pilares”, apunta, por su parte, la violinista argentina Florencia Araujo (37), presidenta de la asociación. "Presentamos y reinventamos piezas tradicionales en contextos europeos”, cita la también docente entre las actividades de la agrupación.
"Esta mezcla de influencias no solo enriquece nuestro repertorio, sino que promueve un entendimiento y aprecio más profundo entre las audiencias de diferentes orígenes”, explica la música nacida en Córdoba entrevistada por este medio.
Música que traspasa fronteras
Colombia, Argentina, Venezuela, México, Cuba y Chile son algunos de los países de los músicos que integran la formación, los que, a su vez, hoy residen en Alemania, Suiza, Austria y España.
"En una orquesta todos debemos tratar de entendernos, respetarnos, y al final del día, lograr funcionar, musicalmente hablando”, grafica la flautista venezolana Ruth Pereira Medina (31), también integrante de la Orquesta.
"Lo bonito de la música es que, si bien el modo de hacerla y recrearla es universal, también tiene matices cambiantes según las vivencias e influencias de cada artista”, agrega en diálogo con DW desde la capital alemana, donde se desempeña como solista de piccolo de la Ópera de Berlín.
Sello de identidad
En este sentido, ¿hay un modo latinoamericano de hacer música? "Sin duda”, asegura Avendaño. "Así como en la cocina, donde cada región tiene su estilo”, compara.
"Se combinan diferentes técnicas para crear algo especial. La música en Latinoamérica mezcla influencias indígenas, africanas y europeas, creando ritmos y sonidos únicos, como la cumbia colombiana, el tango argentino o la samba en Brasil”, enumera.
"Cada quien le pone el "toque secreto” a sus recetas. Y en Latinoamérica sí que nos gusta el buen sabor”, afirma divertido.
"La gran diferencia es el lenguaje y la comunicación, no solo verbal sino también gestual”, aporta, en tanto, Araujo, respecto a las diferencias entre músicos latinos y europeos.
"Tiene que ver con nuestra relación tan cercana a lo físico y al movimiento corporal, y con nuestra espontaneidad y nuestra manera más extrovertida de comunicarnos”, desgrana la argentina.
Y así, para mostrar lo propio, para aprender de lo otro, para crear en conjunto, seguirán acudiendo al lenguaje que mejor los acoge y representa: la música.El próximo 26 de junio, y junto con el Ensemble LiberArte-Bonn, será su próxima presentación en concierto.