La OTAN se prepara para la retirada de EE. UU. de Afganistán
19 de noviembre de 2020Cuando Donald Trump anunció en octubre que quería traer a las tropas estadounidenses en Afganistán a casa por Navidad, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg subrayó que esa era una "decisión de todos": "Coordinaramos nuestros esfuerzos basándonos en el principio de entrada conjunta -cambios conjuntos. Y cuando sea el momento adecuado, cuando se den las condiciones, habrá retirada conjunta, pero no antes". Ahora Stoltenberg no dice que los aliados "se marcharán" de forma conjunta, sino que "deberían" hacerlo. Y no todavía.
No obstante, si Trump lleva a cabo la decisión que su nuevo secretario de Defensa interino, Christopher Miller, hizo oficial en una incómoda intervención el martes (17.11.2020) en el Pentágono, EE. UU. estaría a medio camino de la retirada.
¿Y qué pasa con el resto? Según la OTAN, quedan unas 12.000 tropas internacionales de 38 países distintos en Afganistán, y la mitad de ellas no son estadounidenses. "Ningún aliado de la OTAN quiere permanecer más tiempo del necesario, pero, al mismo tiempo, el precio por marcharse demasiado pronto o de forma descoordinada podría ser demasiado elevado", dijo Stoltenberg antes de la intervención de Miller. Y advirtió que eso podría conducir a que Afganistán "vuelva a convertirse en una plataforma para que terroristas internacionales planeen y organicen ataques en nuestros países".
Cumplir una promesa
Por su parte, Stefano Stefanini, antiguo embajador italiano en la OTAN, dice a DW que a nadie debería sorprenderle que Trump haga todo lo posible para llevar a cabo la retirada, ya que busca legitimidad para seguir negando la pérdida de la presidencia ante Biden o un legado para volver a presentarse como candidato en 2024. Stefanini, que ahora es consultor en comunicaciones estratégicas internacionales en la empresa Project Associates, asegura que Trump se las arreglará para traer de vuelta a casa a un número suficiente de uniformados para decir que ha cumplido su promesa, a pesar de las consecuencias. "En el último tramo de su presidencia, no se va a contener" predice Stefanini. "Durante los dos o tres primeros años de su período como presidente, confiábamos en que hubiera adultos alrededor para manejar sus decisiones. Pero ahora ya prácticamente no quedan adultos cerca de él".
Mensaje equivocado a los talibán
Stefanini dice que un retirada importante de Estados Unidos sería percibida como una gran pérdida por aquellos países que se quedan en la actual misión Resolute Support Mission (RSM) en Afganistán. Las tropas de combate ya se han ido a casa y quienes aún permanecen allí están para entrenar, asistir y asesorar a las fuerzas afganas. "Confían en la presencia estadounidense para su protección y seguridad y ahora van a ser más vulnerables", apunta el experto italiano.
Sir Graham Stacey, oficial retirado de la Fuerza Aérea británica que sirvió en Afganistán, asegura que "una reducción significativa de la presencia de EE. UU. forzará casi con certeza a otros países a reconsiderar su posición". Pero, según Stacey, el mayor impacto se producirá sobre las fuerzas de seguridad afganas y toda la estabilidad del país. "Cualquier disminución de la seguridad general será aprovechada probablemente por los otros", advierte Stacey. "Una reducción de tropas en este momento podría eviar el mensaje equivocado a los talibán".
La hora de Biden
Stefanini dice que es demasiado pronto para saber si miles de soldados estadounidenses realmente abandonarán Afganistán en las fechas deseadas por Trump, especialmente si tenemos en cuenta que los estrategas militares estadounidenses se oponen a esta decisión. "La maquinaria del Pentágono tratará seguramente de ralentizarla", predice el antiguo embajador italiano y para ello "expondrán muchas razones".
Agrega que las relaciones trasatlánticas pueden cambiar para mejor tras el fin de la administración Trump. "La OTAN tiene capacidad de espera", explica "y si muestra su resistencia puede sentar las bases para su relación con la administración Biden". Stefanini agrega que, aunque la mayoría de los miembros de la OTAN no están invirtiendo lo suficiente en sus defensas nacionales, "quedarse quietos" a pesar de la retirada de EE. UU. puede darles credibilidad.
(ms/ers)