La paz y la guerra
24 de diciembre de 2002El recogimiento propio de las fiestas navideñas tiene este año el carácter inquietante de aquella calma que suele preceder a la tormenta. Porque aunque los líderes políticos hagan un alto, los preparativos para la guerra ya están en marcha. Las celebraciones de fin de año constituyen sólo un paréntesis.
Por si quedara alguna duda, el propio presidente estadounidense, George Bush, se encargó de despejarla antes de partir por unos días de vacaciones, con un gesto simbólico inquietante: vacunarse contra la viruela. Estados Unidos incluso ha instado a las Naciones Unidas a tomar providencias para el caso de un enfrentamiento, en el que habrá que intentar paliar la catástrofe humanitaria derivada del conflicto.
Schröder no descarta solución pacífica
En medio de este ambiente, las esperanzas de evitar la confrontación se esfuman. No obstante, el canciller alemán, Gerhard Schröder, advirtió que el debate sobre la crisis no se puede reducir a discutir sobre una guerra. "No quisiera actuar, de entrada, como si ya hubiera dado por perdida la posibilidad de resolver este conflicto pacíficamente y de llevar a cabo el desarme de Saddam Hussein sin recurrir a una guerra", indicó el jefe del gobierno de Berlín, en una entrevista concedida al periódico Süddeutsche Zeitung.
Schröder volvió a rechazar categóricamente la participación alemana en un eventual ataque y aseguró que no tiene intención de modificar su política al respecto. El gobernante socialdemócrata está consciente de que tal actitud no ha favorecido precisamente su imagen en Estados Unidos. Sin embargo, recordó que Washington anunció que seguirá el camino de la ONU y afirmó que, por su parte, se propone "aprovechar cada oportunidad para hallar una solución pacífica".
El gobierno de Berlín aún está estudiando el informe sobre las armas de Irak y, según Schröder, una vez que se haya completado el análisis, habrá de pronunciarse.
"Signos contra la violencia"
En los círculos eclesiásticos, entretanto, el tema también ocupa un lugar destacado en estas fechas. El presidente del Consejo de la Iglesia Protestante de Alemania, Manfred Kock, manifestó en este contexto la esperanza de "que el gobierno alemán sea lo suficientemente firme para impedir que tomemos parte en una guerra", y subrayó que el camino de la humanidad debe ser una senda pacífica.
"Necesitamos signos en contra de la violencia" señaló el prelado, haciendo notar que amenazar con una guerra "no es el medio adecuado para combatir al terrorismo". También el Vaticano se ha pronunciado en contra de un ataque preventivo contra Irak, sin la aprobación de la ONU.