“La protección anticopias es un desastre”
9 de diciembre de 2004
La música y los archivos de sonido viven actualmente una evolución vertiginosa. Desde que Thomas Edison inventó el gramófono en su laboratorio de Menlo Park y por primera vez se escuchó una grabación de la voz humana, los formatos musicales han evolucionado, hasta alcanzar una perfección casi real.
Un formato revolucionario
Karlheinz Brandenburg, del instituto alemán Fraunhofer, fue el responsable del mayor hito en la historia contemporánea de la música con el descubrimiento del mp3. Ni él mismo lo esperaba mientras investigaba para su tesis como comprimir datos de audio. Pensó que
acabaría relegada a un rincón de una biblioteca pero la industria, y sobre todo la red, lo adoptó como un hijo. Con su descubrimiento provocó además la mayor “pesadilla” de la industria discográfica.
Una vez descubierto el formato mp3, sus utilidades aparecieron por si mismas. La conexión a internet por banda ancha posibilitó el infinito intercambio de datos y no tardaron en aparecer programas para el intercambio de música como Napster, Kazaa o Soulseek. La “piratería” y las copias se convirtieron en un “deber” para todo internauta. Los nuevos portales ofrecían todo tipo de música prácticamente gratis.
A pesar de los intentos legales de la industria musical por recuperar en exclusiva su fuente de ingresos con multimillonarios procesos, “hecha la ley, hecha la trampa”. Mientras algunas plataformas ofrecen descargas de música en formato mp3 respetando las reglas, los más “ilegales” siguen descargando música de otros compañeros en la red totalmente gratis.
La protección anticopias es un desastre
En cuanto a la evolución legal de las descargas en internet, el científico está de acuerdo en perseguir las prácticas ilegales y el intercambio de archivos gratuitos. Sin embargo, la industria no puede actuar en contra de los usuarios, que al fin y al cabo son sus clientes, apunta Karlheinz Brandenburg. Mientras tanto, la tecnología de transmisión de datos se desarrolló tanto, que no sólo es posible bajar música, sino también archivos de vídeo.
Actualmente las películas se distribuyen en formato DVD, mejor protegido contra copias piratas que los CDs. El CD no tenía esa protección, sino que fue incluida más tarde en el medio. Con la protección anticopia, muchos de los CDs no eran admitidos por todos los reproductores. “La protección anticopia del CD es un desastre”, declara Brandenburg.
Nuevos sonidos para una nueva era
Por si su descubrimiento no fuese lo suficientemente revolucionario, el padre y gurú del mp3 presenta ahora el nuevo sistema de sonido Iosono. Con este nuevo formato, Brandenburg pretende ofrecer al usuario la “hiperrealidad sonora”, una revolución como el paso del mono al éstereo.
Este nuevo sonido dirigido al cine supondrá paso posterior al Dolby Surround. Las computadoras calculan y dirigen la señal a los altavoces con una exactitud hasta ahora nunca vista (u oída). El nuevo sonido utiliza nada menos que 300 altavoces controlados por el computador individualmente. Sin embargo, todavía tardará en llegar al usuario debido al alto precio. Aparte del valor de la licencia, de 15.000 dólares, cada sala tendrá que invertir en el equipo de altavoces, por lo que seguramente sólo las grandes salas podrán permitírselo.
En cuanto a la distribución, Brandenburg se muestra escéptico sobre las empresas alemanas. Ya con el mp3 no confiaron en su producto y tuvo que ser una pequeña empresa de Ohio la que se apuntó el triunfo. Según el científico, “las empresas alemanas quieren ver primero que otra empresa tiene éxito”. A pesar del éxito mundial del mp3, quizás Brandenburg todavía no sea considerado profeta en su tierra.