La talentosa cineasta del nazismo
26 de agosto de 2002"Quiero dormir, sentirme bien y que todo termine, eso debe ser muy bonito", dijo la controvertida mujer cuya estética visual comulgó con la filosofía racista que nutrió al nazismo. Desde hace años la cineasta favorita de Hitler padece dolores constantes. "He tenido más de 50 operaciones, no hay una sola parte de mi cuerpo que no haya sido operada por lo menos una sola vez", dijo quien exaltara en sus películas la belleza del cuerpo, la fortaleza física y el mito de la virilidad aria.
Como consecuencia de una última operación de cadera, la cineasta se quejó en una entrevista publicada por la revista alemana Neue Revue, de que recibe diariamente varias inyecciones de morfina. "Eso me ha dañado la memoria, dice, todo se me olvida". A la edad de 97 se accidentó por segunda vez en África, cuando rodaba un documental autobiográfico y su helicóptero se estrelló, causándole la ruptura de varias costillas.
El poder de la imagen
La vida de Leni Riefenstahl siempre fue accidentada. Varias veces estuvo encarcelada y escapó de sus captores durante la Segunda Guerra Mundial. Nació un 22 de Agosto de 1902, en un departamento de Berlín. Fue bailarina a los 21 años, actriz de cine a los 24, fotógrafa y directora de cine a los 29 y cinco años más tarde alcanzó la cúspide de su carrera.
Todavía lleva a cuestas la crítica y el desprecio de sus compatriotas por haber sido la brillante artífice de la propaganda del nacionalsocialismo. Riefestahl ganó reconocimiento internacional por su película documental "El triunfo de la voluntad", sobre el VI Congreso del partido nacionalsocialista, celebrado en Nüremberg en 1934. A través de una sabia escala de tomas en ángulo, contrapicados, efectos de luz y trucos de montaje, la directora dió cuerpo a una sublimada síntesis de la comunión mística entre el Führer y el pueblo alemán.
Una vibrante oda propagandística de la escenografía nazi, basada en la coreografía de masas y el énfasis visual. Hitler puso a su disposición un ejército de camarógrafos y técnicos que provocó la envidia de otros directores de la época. "Todos olvidan que antes de la guerra esta película ganó todos los premios del mundo y fue aclamada como una obra maravillosa, -dijo Riefenstahl- sólo después de la guerra fui señalada y acusada".
Cuerpos desnudos y musculosos
Su segunda obra maestra "Olympia", sobre los juegos olímpicos de Berlín en 1936, muestra nuevamente su fascinación por la belleza corporal. La directora compuso la segunda parte de su díptico esencial haciendo una exaltada elegía sobre la belleza estética de musculosos cuerpos atléticos, que se identificaba con el ideal étnico de la raza aria.
Ambas películas, enraizadas en las leyendas de los bosques del Rhin, de Lorelei, de Sigfrido y de los Nibelungos, da rienda suelta a la idealización romántica del culto a la pureza de la raza. Estas dos películas, de su escasa media docena de obras fílmicas, la convirtieron en la cineasta más famosa de Alemania del siglo XX.
Leni Riefestahl presentó un nuevo trabajo documental, "Impresiones bajo el agua" y próximamente la directora estadounidense Jodie Foster realizará una película que narra la vida de la controvertida cineasta alemana, en la que también interpretará el papel de la polémica artista.
La justicia alemana la investiga
Leni Riefenstahl, tremendamente vital y atractiva, de ojos y manos en eterno movimiento, una mujer coqueta y despierta, que comenzó a practicar el buceo pasados los 70 años, cumple un siglo de vida en su casa de Múnich. Allí vive desde 1979, rodeada de lagos y naturaleza con su compañero sentimental, 40 años mas joven que ella.
La celebración de su centenario está opacada por un proceso que abrió la fiscalía de Fráncfort contra ella por sospecha de negar el Holocausto. El Consejo de los Sinti y Roma, que representa a estas dos etnias gitanas en Alemania, presentó una demanda contra Riefenstahl después de que la cineasta asegurara haber vuelto a ver después de la guerra, a todos los más de cien gitanos a los que recurrió en los años cuarenta, para que trabajaran como extras en su película "Tiefland".
Según una gitana que trabajó en aquella película, la mayoría de ellos fueron posteriormente asesinados por los nazis en campos de concentración. A pesar de que sus películas han recibido grandes premios, en Alemania no la celebra nadie. Los alemanes no la perdonan.