La UE endurece las sanciones contra Gadafi
10 de marzo de 2011Apretar la tuerca de las sanciones: en eso hay acuerdo en la Unión Europea, cuyos ministros de Relaciones Exteriores resolvieron incrementar las medidas contra Trípoli, bloqueando los fondos de cinco instituciones financieras libias y agregando una persona más a la lista de allegados a Gadafi que no tendrán acceso a sus cuentas.
Y el catálogo podría extenderse aún más. Propuestas como la de despojar a Gadafi de su inmunidad de jefe de Estado o la de prohibir toda transacción comercial con Libia están ya sobre la mesa. Aunque a tanto no se ha llegado todavía, semejantes ideas no se descartan. Porque la alternativa para forzar a Gadafi a abandonar el poder sería de corte militar y en ese punto sí que no hay ni atisbos de consenso en la UE, que sigue teniendo evidentes dificultades para hablar con una sola voz.
Sarkozy toma la batuta
La decisión del presidente francés, Nicolas Sarkozy, de reconocer diplomáticamente a los opositores que controlan Bengasi tampoco ha facilitado las cosas, en la víspera de la cumbre extraordinaria de los gobernantes europeos en Bruselas. La iniciativa gala no fue consultada con sus socios y tampoco provocó elogios entre ellos. El ministro de Relaciones Exteriores alemán, Guido Westerwelle, habló de una medida simbólica “que no tiene consecuencias políticas concretas”. Además planteó una serie de incógnitas que primero habría que despejar: “¿A quién representan esas fuerzas? ¿De dónde provienen? ¿Pueden hablar por el pueblo libio?”
Pero Sarkozy podría apuntar aún más lejos: según el periódico Le Monde, París propiciaría ahora ataques aéreos focalizados, sobre objetivos militares. Remitiéndose al entorno del presidente galo, la agencia francesa de noticias AFP cita incluso tres potenciales blancos concretos: lo aeropuertos militares de Sirte y Sebha, y la central de comando de Gadafi en Trípoli. El secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, se negó a comentar lo que calificó de “rumores no confirmados, cualquiera sea su fuente”.
Cautela en la OTAN
La Alianza Atlántica, que sostuvo por su parte una reunión a nivel de ministros de Defensa, mantiene de hecho una postura cautelosa. Por ahora, la única medida que adoptará será enviar más buques de guerra al Mediterráneo, con tareas de esclarecimiento. Por ejemplo, deberán reforzar la observación, para determinar si se viola la prohibición de enviar armas a Libia. Rasmussen aclaró, eso sí, que su misión no será imponer el cumplimiento del embargo por la fuerza, para lo cual se requeriría un mandato especial.
Sin mandato de la ONU tampoco se impondrá una zona de exclusión aérea en Libia. Aunque la OTAN se prepara para cualquier eventualidad, su secretario general subrayó que las premisas para semejante medida serían tres: una necesidad comprobada, una base jurídica clara y un amplio respaldo de otros Estados de la región.
La resistencia a una operación militar es de todos modos grande entre los europeos. “No queremos vernos involucrados en una guerra en el norte de África”, comentó Westerwelle, instando a “decidir en forma inteligente y cautelosa, para no obtener justamente lo contrario de lo que queremos: paz y libertad”.
Emilia Rojas/ dpa/reuters/ap/afp
Editor: Pablo Kummetz