"La UE carece de unidad para responder a las exigencias de Obama"
15 de enero de 2009Barack Obama, el presidente electo de EE. UU. tendrá que acometer un plato lleno de problemas cuando asuma el poder… y Europa será invitada a la mesa. Pero, ¿estará el Viejo Continente en condiciones de asumir sus responsabilidades actuales y tendrá la voluntad de aceptar nuevos compromisos?
Durante su campaña, el presidente electo de Estados Unidos, Barack Obama, dijo que la guerra de Irak redujo las posibilidades de luchar contra los talibanes y Al Qaeda en Afganistán. Cuando llegue a la Casa Blanca, Obama pondrá más énfasis en Afganistán.
Con la seria crisis económica que sacude a EE. UU., la nueva Administración tendrá poco espacio de maniobra financiero para aumentar los gastos en seguridad. Por ello, los analistas coinciden en que Obama recurrirá a la ayuda de Europa, por ejemplo pidiéndole que aumente el número de soldados en Afganistán.
Según el "think tank" Sociedad Alemana de Estudios sobre Política Exterior (DGAP) con sede en Berlín, la Unión Europea está dispuesta a satisfacer esas exigencias.
"Los Estados miembros de la UE deben tener claro dos cosas: ¿qué esperamos de los norteamericanos? y ¿qué podemos ofrecerles?", dice Eberhard Sandschneider, director de la DGAP. Como sea, actualmente la UE "no tiene capacidades para actuar".
Además, la presidencia rotatoria de la UE estará este año en manos de dos países pequeños y con poca influencia: la República Checa hasta junio y de julio a fin de año, Suecia. Ninguno de los dos podrá seguramente hacer que la UE adopte posiciones en conjunto, agrega Sandschneider.
Alemania debería dar un buen ejemplo
Se espera que Obama busque más apoyo para Afganistán, sobre todo del presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, y de la Canciller Federal de Alemania, Angela Merkel.
Sarkozy ya ha insinuado que está dispuesto a aumentar el contingente militar francés en un par de cientos de soldados, si bien la misión seguirá estando sujeta a restricciones.
Tanto Alemania como Francia tienen estacionados en Afganistán 3.000 soldados. Pero su tarea está limitada a mantener la paz, reconstruir el país y capacitar fuerzas de seguridad locales. O sea que no participan en los duros combates en el sur y el este de Afganistán.
Algunos días después de la elección de Obama, Merkel dejó claro que no cederá a eventuales presiones para que Alemania envíe tropas a combatir.
Para poder convencer a Europa de la necesidad de ello, Obama deberá mantener un diálogo sostenido con los gobernantes europeos, dice Jakcson Janes, analista de la relaciones entre EE. UU. y Europa en el Instituto de Estudios Contemporáneos sobre Alemania de la Universidad Johns Hopkins. El nuevo presidente tendrá que convencer a la opinión pública en Francia y Alemania de que para asegurar una victoria de la OTAN en Afganistán es necesario combatir, no bastando con plantear exigencias.
"Obama debe dejar claro que no se está hablando sobre el presidente George W. Bush, sino sobre un marco estratégico", agrega Janes.
Por su parte, Sandschneider dice que ahora lo importante para el Gobierno de Alemania es sentar un buen ejemplo. "Los tiempos en que otros países garantizaban nuestra seguridad pertenecen al pasado", enfatiza, agregando que "la seguridad cuesta dinero y los políticos deben explicárselo a los ciudadanos".
Además, luego de años de quejarse de Bush, Europa debería ahora demostrar su deseo de ayudar a Obama a hacer frente a los grandes desafíos de política exterior que afrontará cuando asuma el poder, resalta Janes. Y agrega: "Los gobernantes europeos deben demostrar su voluntad de ayudar a Obama".
Los planes de EE. UU. pueden impulsar la economía alemana
Las próximas elecciones parlamentarias en Alemania (en septiembre) no pueden ser utilizadas como un pretexto para reducir costos y rechazar responsabilidades en la política exterior, subraya Sandschneider.
Y agrega que las ayudas planeadas por Obama para la economía de EE. UU. también pueden beneficiar a Alemania, en tanto incluyen inversiones en energías renovables. Las empresas alemanas son pioneras a nivel mundial en ese sector y podrían acceder así a nuevas oportunidades de ventas del otro lado del Atlántico.
Además, el apoyo de Alemania a los esfuerzos de Obama para reiniciar el diálogo con Irán puede tener "efectos positivos" en relación con la dependencia de Alemania del gas ruso, destaca Sandschneider. Y un Irak pacificado también ofrece opciones a la dependencia del gas y el petróleo de Moscú.