UE presenta reforma de política migratoria y de asilo
22 de septiembre de 2020La comisaria europea para Asuntos Internos, Ylva Johansson, presentará este "Nuevo Pacto sobre Migración y Asilo", que defiende un mecanismo "de solidaridad obligatorio" entre todos los países del bloque. Se conocen pocos detalles del plan, pero trascendió que intensificará el regreso a sus países de origen de las personas que no sean aceptadas en territorio europeo.
Cinco años después de la crisis migratoria de 2015 y en un momento en el que el número de llegadas irregulares a la UE se redujo a unas 140.000 personas en 2019, la UE tiene la muy difícil tarea de superar las divisiones que hasta ahora han impedido cualquier reforma. La presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, había adelantado la semana pasada la decisión de abolir y substituir Convenio de Dublín, el pilar de la política actual, por un nuevo "sistema europeo de gobernanza".
"Todos tienen que ayudar”
Este Convenio había sido originalmente firmado en 1990, aunque desde 2013 rige su tercera versión, y define los criterios para el tratamiento de las demandas de asilo, en particular el país donde se debe procesar cada solicitud. Desde hace varios años aumentaron las críticas al mecanismo ya que se apoya en el principio del país de llegada, porque dejó a los países situados en las fronteras exteriores de la UE (como Italia o Grecia) absolutamente sobrecargados durante la crisis de refugiados. Johansson cree que la "solidaridad ad hoc" entre los europeos ya no es suficiente. "Todos los estados miembros (del bloque) tienen que ayudar cuando un estado miembro está bajo presión, cuando mucha gente necesita protección", dijo a la AFP el sábado.
Pero ante la persistente negativa de ciertos países, especialmente en Europa Central, a acoger más solicitantes de asilo y el fracaso de la experiencia previa de las cuotas de distribución, adoptada después de 2015, Johansson subrayó que la ayuda prevista no se refería a "no sólo a las reubicaciones".
Se prevén más "regresos” a países de origen
"También podría ayudar al regreso" de las personas que no tienen derecho a asilo a su país de origen, dijo. El secretario francés de Estado para Asuntos Europeos, Clément Beaune, por su parte, dijo el fin de semana que "todos deben tomar medidas concretas apoyando a los países de primera línea o financiando a Frontex (la agencia europea de guardias fronterizas), por ejemplo".
En la acera opuesta están los países contrarios a cualquier "reubicación obligatoria", que en su opinión puede provocar una "incitación" a la "inmigración ilegal". Los países del denominado Grupo de Visegrado (Hungría, Polonia, Eslovaquia y República Checa), además de Eslovenia, Letonia y Estonia habían escribió a Johansson en junio para expresar su apoyo a una mayor asistencia financiera y operativa a los países de llegada de migrantes.
El desastre de Moria hizo surgir promesas limitadas de reubicación, principalmente en relación con los menores no acompañados, pero apenas por aproximadamente una decena de países. Mientras la Comisión Europea trabaja con el gobierno griego en un "proyecto piloto" para la gestión de un nuevo campamento, Johansson ha afirmado repetidamente que no debería haber "otro Moria".
Además, defendió que el procesamiento de las solicitudes de asilo debía ser "mucho más rápida". La funcionaria insistió en la necesidad de incrementar los retornos de los migrantes a los que se les niega el derecho de asilo a su país de origen o tránsito, cooperando con estos terceros países. Se estima que en la actualidad esa tasa de retorno asciende a aproximadamente el 30% de los casos.
"Europa no puede gestionar la migración por sí sola", dijo Johansson, quien visitó Mauritania a fines de la semana pasada. La crisis migratoria de 2015 llevó a la UE a cerrar un altamente controvertido acuerdo con Turquía para reducir el número de llegadas a las costas griegas. También se brindó apoyo a los guardacostas libios para que frenen los desembarcos en la costa italiana.
Johansson reconoció que "encontrar una propuesta que pueda ser aceptada por todos los estados miembros y el Parlamento Europeo" fue "una tarea difícil. Supongo que cuando presente mi propuesta, no será recibida con aplausos", admitió, aunque pidió una discusión "tranquila y pragmática" sobre el proyecto.
jov (afp, tagesschau)