Las "aventuras" podrían costarle a Berlusconi los comicios europeos
1 de junio de 2009Jóvenes bellezas toman el sol en "topless" en la lujosa villa sarda del presidente italiano, Silvio Berlusconi. También la colegiala, ya mundialmente conocida, Noemi Letizia es una de las invitadas del multimillonario y zar mediático milanés.
Por lo visto, entre las instantáneas que el paparazzi Antonello Zappadu tomó a escondidas con su cámara fotográfica hay material picante. Al menos, Berlusconi ha impedido inmediatamente su publicación.
Se trata del penúltimo acto de la bufonada política titulada "Berlusoni & las mujeres" y llama la atención que el protagonista de la rocambolesca serie, el primer ministro de 72 años, interpreta su papel cada vez más irritado y nervioso.
Sobre todo ahora que la oposición de izquierda le acusa de haber financiado los vuelos de sus invitados a la isla mediterránea a costa del contribuyente, las elecciones europeas podrían emitir un fatal veredicto. A la defensiva, corre un cerrojo legal ante el parapazzi sardo. Las fotos "ilegales" no deben hacerse públicas, aunque, asegura el dirigente italiano, no muestren "nada comprometedor o prohibido". Berlusconi quiere proteger su esfera privada, dice.
En cualquier caso, los titulares en torno a Berlusconi convierten la cita con las urnas en Italia el próximo fin de semana en algo inesperadamente emocionante. Primero la guerra de rosas con la indignada, aún esposa, Veronica Lario y luego como clímax dramatúrgico "el asunto de Estado Noemi Letizia".
La oposición, liderada por Dario Franceschini, sueña con poder poner fin, de alguna manera, a la era Berlusconi y con dar en los comicios un primer paso de al menos un 28 por ciento de los votos para el partido centro izquierda, Partido Demócrata (PD). "¿Dejaríais que un hombre así educara a vuestros hijos?", pregunta Franceschini y desata un vendaval de indignación en el bando de Berlusconi. Este último se ha dado prisa en jurar por sus hijos no haber tenido nunca una relación con una menor, a sabiendas de que ni siquiera sus por lo demás condescendientes compatriotas podrían perdonárselo.
"Estoy seguro de que los italianos sacarán con su voto esta basura del debate político", opina Berlusconi. Desde luego, si quiere alcanzar su objetivo de lograr más de un 40 por ciento de las papeletas para su "Pueblo de la Libertad" (PdL), necesitará que los electores efectúen esa especie de separación de desechos.(dpa)