Las ciudades le ganan al campo
27 de junio de 2007En 2008, el desarrollo demográfico del mundo dará un vuelco histórico: por primera vez en la historia, la población urbana rebasará a la rural.
Al mismo tiempo, 52 por ciento de la población rural del planeta vive aún en comunidades con menos de 500.000 habitantes, dice el Informe Anual de Población 2007 de la Organización de las Naciones Unidas, dado a conocer este miércoles.
El documento confirma que, mientras las ciudades en general atraen habitantes, megaurbes como Buenos Aires, Calcuta, Ciudad de México, Sao Paulo y Seúl son expulsoras de población.
Pero la población urbana no se limita a este tipo de asentamientos, de tal modo que en general "el número y proporción de habitantes urbanos crecerá rápidamente, y llegará a 4,9 billones de personas en 2030."
Más pobres, más ciudades
La mayor parte de este crecimiento, afirma el reporte, se registrará en países en desarrollo. La población urbana de África y Asia, por ejemplo, se duplicará en 2030, comparada con la que había en 2000. La expansión urbana continuará, aunque más lentamente, en América Latina y el Caribe: pasará de 394 millones de personas en 2000, a 609 millones de personas en 2030.
Un fenómeno que repercutirá en toda la población mundial será el rápido desarrollo económico de China y la India. Pero mientras el gobierno chino estableció estrictos controles para contener el crecimiento urbano entre los años 1949 y 1978, las autoridades indias implementaron apenas en 2005 el Plan Nacional de Empleo Rural, con el que se espera mitigar el fenómeno del crecimiento urbano.
El clima, determinante
Según el informe de la ONU, uno de los mayores retos a futuro consistirá en lograr que este crecimiento sea compatible con la preservación del medio ambiente.
En este sentido, el documento resalta que la densidad de población tiene un potencial útil. "La protección de ecosistemas rurales demanda que la población se concentre en actividades de sectores secundarios, y en áreas densamente pobladas."
Esto, evidentemente, requiere acciones concretas para preservar las áreas naturales, reducir el consumo de energía, promover la biodiversidad, proteger los mantos acuíferos y fluviales, y revertir los efectos del cambio climático.
"En países en desarrollo, se requiere algún tipo de planeación y regulación para minimizar los efectos negativos, y explotar al máximo los efectos positivos de la expansión urbana", dice la ONU.
La seguridad, otra clave
El informe concluye que "la violencia interpersonal y la inseguridad crecen, particularmente en áreas urbanas de países pobres". De hecho, prosigue, la violencia tiende a ser más grande en las ciudades más grandes y con más rápido ritmo de crecimiento.
La ONU evalúa los costos económicos de la inseguridad. Dice que "si la región latinoamericana tuviese tasas de criminalidad similares a las del resto del mundo, su Producto Interno Bruto per capita sería crecería en un asombroso 25 por ciento."
Los impactos del crimen, el asalto y la violación son mucho más severos en comunidades pobres. "El más dañino es quizá la erosión del capital social. La confianza duradera y recíproca entre vecinos y miembros de un mismo grupo humano, por sí misma, podría ser una de las protecciones más efectivas contra el crimen."