Premio Echo Klassik para música cubana
20 de octubre de 2009¿Lágrimas negras en la Ópera Semper de Dresde? ¿Dos gardenias premiada en un bastión de la música clásica? Sí. Lo hizo posible la entrega del premio alemán a las producciones clásicas, concedido por la Deutsche Phono-Akademie. ¿Un premio clásico a un repertorio de música popular con protagonismo de un tres? Sí, la formación clásica de su instrumentista –Pancho Amat- y su ensemble con el guitarrista Joaquín Clerch y la flautista Anette Maiburg llevan el son a otros niveles musicales. Por ello, recibieron el premio en la categoría Klassik ohne Grenzen.
¿Una producción cross-over, como la denominan en la prensa alemana? “No estoy muy seguro”, dice a Deutsche Welle Joaquín Clerch, catedrático de la Escuela Superior de Música Robert Schumann de Dusseldorf y ganador de una larga lista de premios internacionales de guitarra clásica. “Creo más bien que hemos hecho música popular con sonoridad clásica”, comenta el guitarrista que tiene a su haber un largo historial tocando con diversas orquestas sinfónicas europeas y añade: “Empecé tocando música popular y es un placer volver de alguna forma a mi infancia. Y acercarme a lo popular, para volver a la música clásica y poder ayudarla más”.
Lo popular, nutriente de lo clásico
¿Ayudar a la música clásica? “Sí, en un sentido simbólico. Mi preocupación principal es que la música clásica continúe y creo que en estos tiempos no está tan presente como en las décadas de los setenta u ochenta. Si la música clásica ahora está presente se trata sólo de Mozart o Brahms –mis favoritos y músicos que admiro- pero la música nueva casi ni se siente. Y creo que se debe a que la música clásica ha perdido su conexión con lo popular. Si yo, guitarrista clásico, me acerco de nuevo al público, acerco al público a la música clásica”, declara Clerch.
Improvisar, algo olvidado
Para la flautista de este conjunto de cámara, Anette Maiburg, esta mezcla entre lo clásico y lo popular llegó sin proponérselo: catedrática de música, también, e integrante de orquestas sinfónicas, Maiburg comenzó a trabajar con músicos de otras partes y otros estilos musicales "Toqué con otros dos músicos un programa que iba del rock hasta el barroco y de las improvisaciones del jazz me encargué yo. Y eso fue mi entrada a un nuevo género, que se amplió con este proyecto de Classica Cubana, en donde tocan músicos cubanos que están acostumbrados a improvisar”, cuenta la flautista alemana a Deutsche Welle.
Acostumbrada a la música clásica en donde en cada pieza hay que enfrentarse “a opiniones hechas y tradiciones”, este proyecto le ha abierto la puerta a otros modos de hacer música. “En la época barroca era muy común, todo músico improvisaba. Con el Romanticismo se perdió, y ahora tengo la impresión de que vuelve, que los compositores dejan espacio para ello y les dan a los músicos ciertas partes para desarrollar. Se busca primero un motivo, una secuencia, un nuevo tema… entonces se percibe el camino del compositor hacia una obra”, dice la catedrática e integrante de la Orquesta Filarmónica de Hagen.
Coloratura clásica para un tres
Así, ante los palcos la ópera de Dresde se fundieron rasgueados populares y punteos clásicos de la guitarra y de un tres. "Es el instrumento de cuerdas pulsadas más importante, más que la guitarra, cuando de son se habla. Porque marca el ritmo, la melodía y el acompañamiento. Es un instrumento que sale del campo de Cuba y tiene, en su herencia, más de español que de africano. Por eso y porque yo toco la guitarra y por conocer al maestro Pancho Amat –el genio del tres- salió esta idea de poner en Classica Cubana al tres como instrumento base”, explica Clerch. En este ensemble, el tres de Dos gardenias por ejemplo no tiene el mismo sonido que en un sexteto cubano. “Buscamos en él coloraturas clásicas, casi de la guitarra de Albéniz”, cuenta Maiburg, quien se alegra de que se perciba un matiz juguetón y alegre en las piezas.
Classica Argentina
Astor Piazzolla –a quien está dedicada la siguiente producción del ensemble- “ya recorrió este camino; hizo arreglos para guitarra clásica y flauta con sabor popular”, dice Clerch subrayando la inclusión de un violoncello en su nueva producción centrada en el músico argentino.
Como fuere, tango y son se cuentan entre los géneros musicales de América Latina que más venden en Europa: ¿Ha tenido consideraciones de mercadotecnia al escoger el repertorio? “Sí y no”, responde Clerch: “Cuando hice el repertorio de la música clásica cubana, pensé un poquito en lo que le gustaría al público, pero no mucho. Sigo siendo, también en eso, bastante clásico”.
Autora: Mirra Banchón
Editora: Emilia Rojas