Las mil y una noches de Irán
17 de septiembre de 2007Las declaraciones del canciller francés, Bernard Kouchner, en el sentido de que Francia debe preparase para la posibilidad de una guerra contra Irán por su programa nuclear generaron gran revuelo a nivel internacional.
El ministro Kouchner declaró en una entrevista de televisión a la cadena LCI el domingo, que había que demostrar firmeza ante Irán para que deje de enriquecer uranio: “Negociaremos hasta el final, pero al mismo tiempo nos prepararemos con seriedad. No aceptaremos una bomba nuclear más en esta región del mundo tan peligrosa. No puede haber una crisis mayor en el mundo que esa”. En este contexto indicó que “Francia debía estar preparada para lo peor, que es la guerra”, para agregar que no es inminente.
Alemania, el Reino Unido y otros países europeos han expresado repetidas veces su temor de que Irán esté desarrollando en secreto su programa nuclear y sospechan que el fin último del régimen islámico es desarrollar una bomba atómica. Las declaraciones del diplomático galo enfatizan el esfuerzo del nuevo Gobierno francés por que las potencias mundiales profundicen las sanciones contra Teherán para mostrar que están comprometidas a frenar el desarrollo de bombas atómicas por parte del régimen islámico.
Que la agencia oficial iraní IRNA, califique a Kouchner de “extremista” y al nuevo equipo del presidente francés Nicolás Sarkozy de una “copia de la Casa Blanca que ha adoptado un tono más duro, incendiario e ideológico que el de Washington”, no resulta sorprendente.
Pero también en Europa la retórica utilizada por el ministro Kouchner ha parecido exagerada. De “marcial” fueron calificadas sus palabras por Ursula Plassnik, ministra de Asuntos Exteriores de Austria, y representante del país anfitrión de la Conferencia General de la Organización Internacional de Energía Atómica (OIEA). Plassnik se declaró a favor de “trabajar por una solución negociada al contencioso con Irán”, lo mismo que Ullrich Wilhlem portavoz oficial del Gobierno alemán, quien recalcó que: “Toda opción diferente a una solución diplomática, no está a discusión para Alemania”.
Francia en campaña
El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores germano, Martin Jäger, reafirmó en Berlín que Alemania busca una solución diplomática y trabaja junto con los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU en un plan para incrementar las sanciones contra Irán. Estados Unidos, integrante del Consejo de Seguridad de la ONU, convocó para el próximo 21 de septiembre a una reunión en Washington a los otros cuatro miembros permanentes, Rusia, China, Francia y el Reino Unido, así como a Alemania, para analizar posibles imposiciones de una tercera tanda de sanciones a Irán.
Los franceses no están dispuestos a esperar. El ministro de Relaciones Exteriores Kouchner demanda sanciones europeas que cada país debería tomar individualmente con su propio sistema bancario, comercial e industrial. El diplomático galo asegura haber pedido a los grandes consorcios galos, especialmente del sector petrolero, que dejen de invertir en Irán.
Crece la presión
A la iniciativa francesa se ha sumado Holanda. Junto con Bernard Kouchner, Maxime Verhagen, el ministro holandés de Relaciones Exteriores, se ha pronunciado por sanciones contra Irán fuera del marco de la ONU. Aunque sería preferible que las sanciones se dieran a través del Consejo de Seguridad de la ONU, si no logran un acuerdo, como ha sucedido en los últimos años, recomiendan sanciones europeas combinadas con las sanciones estadounidenses.
Kouchner ha iniciado una gira a Moscú y a Estados Unidos en donde abordará el tema de las reforzamiento de sanciones.
Mientras en el marco de la 51 Conferencia General del OIEA que congrega en Viena hasta el próximo viernes a sus 144 países miembros, el asunto central a discutir será el controvertido programa nuclear de Irán. El director general de la OIEA, Mohamed El Baradei, se enfrenta a duras críticas por el acuerdo de cooperación cerrado con Irán el pasado 21 de agosto en el que se establece que la República Islámica cooperara para tratar de esclarecer hasta finales de año cuestiones pendientes sobre su programa nuclear. Irán ocultó parcialmente su programa a la comunidad internacional durante 18 años hasta el 2003 y la comunidad Occidental coincide en el temor de que este acuerdo pueda ser utilizado por el régimen islámico para ganar tiempo y seguir desarrollando su programa nuclear.