Las promesas cumplidas y las deudas de Michelle Bachelet
15 de noviembre de 2017Las reformas que planteó Michelle Bachelet en el programa de Gobierno de su segundo mandato (2014-2018) apuntaban a un cambio de raíz en aspectos que se relacionan con la concepción que tiene la sociedad chilena de temas trascendentales como la educación, el aborto, la igualdad y la corrupción. Cambios que, por su relevancia, difícilmente podrían verse totalmente concretados después de cuatro años de gobierno. Sin embargo, el mandato de Bachelet ha conseguido aprobar leyes y dar pasos concretos en una dirección que apunta a modernizar un país con promesas que, para muchos, aún suenan idílicas.
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Cuando Bachelet presentó su programa en 2013, habló de compromisos y no de promesas, porque, según ella, los compromisos se podían cumplir. A días de que Chile vote por un nuevo presidente, y a pocos meses de que Bachelet entregue el mando, hacemos un breve desglose de los compromisos cumplidos, incumplidos y los que están en proceso de ser concretados.
Promesas cumplidas
Nuevo sistema electoral: la ley que puso fin al sistema binominal en Chile, es quizás una de las más significativas logradas por Michelle Bachelet. Con esta promesa de campaña cumplida, el sistema electoral chileno cambia completamente, permitiendo conformar un Parlamento más representativo y diverso. Con el binominal, eran básicamente dos las fuerzas políticas representadas en el Parlamento: la derecha y la centroizquierda.
Voto en el extranjero: una antigua petición de los chilenos que viven fuera del país finalmente se vio cristalizada con la aprobación del voto en el extranjero, que debutó en las primarias presidenciales y que tendrá su prueba de fuego el 19 de noviembre, cuando por primera vez los chilenos puedan elegir a su presidente aun cuando vivan fuera de su patria.
Ley de aborto: sin duda una de las leyes más polémicas y que revela la orientación del segundo mandato de Bachelet es la aprobación del aborto en tres causales (violación, inviabilidad fetal, riesgo de muerte de la madre), que forma parte de lo que se ha llamado "agenda valórica" del actual Gobierno. Una ley que demoró dos años en ser aprobada y debió pasar por el filtro del Tribunal Constitucional para ser promulgada.
Reforma tributaria: este es otro de los baluartes del Gobierno actual y apunta a distribuir la carga impositiva de forma más equitativa en Chile, disminuye la elusión y permite recaudar los fondos necesarios para proyectos sociales. También aquí se logró aprobar leyes que sancionan duramente la colusión, a la vez que se aumentaron las atribuciones de la Fiscalía Nacional Económica (FNE) y se creó la Comisión de Valores y Seguros.
Energía: aquí la promesa era bajar los precios de electricidad, lo que se logró gracias a la Ley de Equidad Tarifaria Residencial. Hoy se ve reflejado en las cuentas de luz.
Salud: en esta área hay dos grandes partes que se cumplieron. La creación del mecanismo solidario para madres y padres de hijos accidentados o enfermos graves y el plan de formación de médicos especialistas y odontólogos.
Reforma laboral: aunque la mandataria no quedó conforme con lo logrado en este ámbito, la nueva ley que rige el trabajo en Chile se centra en fortalecer a los sindicatos y el derecho a huelga, para alcanzar un mayor equilibrio entre empleadores y trabajadores.
A medio camino
Matrimonio igualitario: esta es la otra parte de la "agenda valórica" del actual Gobierno chileno. El proyecto de ley fue enviado al Parlamento el 28 de agosto de 2017 y busca, entre otras cosas, dar la posibilidad a parejas del mismo sexo de adoptar niños. Antes, el 13 de abril de 2015, se promulgó en Chile el Acuerdo de Unión Civil, que incluye a homosexuales, con el fin de regular aspectos jurídicos de la vida en pareja.
Reforma educacional: fue uno de los temas más potentes durante la campaña de Michelle Bachelet, y ha generado gran polémica en Chile. Aquí hay aspectos que adelantan lo que se quiso lograr. El proyecto completo se basó en tres grandes partes: la creación de un Sistema Nacional de Educación Pública, que se encuentra en el Congreso en su segundo trámite. Gratuidad, que se cimentó a nivel preescolar, y en la educación universitaria se instaló como derecho para los alumnos más vulnerables, pero con la extensión del beneficio que debería aprobarse el próximo año, algo que se está tramitando en el Parlamento. Por último, la creación de un Consejo para la Calidad, que se encuentra en su primera etapa legal. Por otro lado, se cumplió con la creación de universidades regionales en Aysén y O'Higgins, donde no existían centros de educación superior universitaria, y se eliminó la selección en un gran número de establecimientos escolares.
Reforma de pensiones: la jubilación es un tema que ha llenado la agenda chilena en el último tiempo. La idea de eliminar las Aseguradoras de Fondos de Pensiones (AFP) es una demanda que ha ganado fuerza y la administración de Bachelet trató de hacer algo al respecto. El 10 de agosto de 2017, la presidenta chilena envió al Congreso su proyecto de ley al respecto que establece un aumento del 5 por ciento en las cotizaciones a cargo del empleador, el que se dividirá en un 3 por ciento dirigido al ahorro personal y un 2 por ciento a un nuevo fondo de ahorro colectivo.
Promesas incumplidas:
En lo referente a lo que quedó en el tintero, Bachelet no cumplió con sus anuncios de establecer la transparencia dentro de las Fuerzas Armadas y tampoco pudo darle más autonomía económica a las regiones (Chile es un país totalmente centralizado), aunque está en segunda fase el proyecto de ley que apunta a aumentar la competencia de las regiones y a la elección democrática de las autoridades regionales.
La creación de un Ministerio de Ciencia y Tecnología también es percibida como otra gran deuda de la presidenta chilena, aunque el proyecto de ley que crea esta entidad se encuentra actualmente en una primera etapa en el Senado. Lo mismo pasa con el cambio de la Carta Magna del país sudamericano, que data de la dictadura de Augusto Pinochet y en cada elección presidencial es tema obligado. El primer paso para su eventual cambio está actualmente en la Cámara de Diputados.
El cambio en la ley de pesca es otro punto negro. Esta ley ha sido muy polémica y afecta a miles de pescadores artesanales, distribuyendo el derecho a pesca entre unos pocos conglomerados. Es un tema que estaba dentro de la lista de compromisos de Bachelet, pero quedó en nada. Otro gran pendiente que deja Bachelet es la reforma a las isapres, aseguradoras de salud que funcionan en Chile en paralelo al Fondo Nacional de Salud (Fonasa) y que se caracterizan por altos cobros en prestaciones, especialmente a mujeres en edad fértil.
En este listado quedan afuera, sin duda muchos otros logros y deudas. Ahora sólo falta saber quién será el próximo presidente chileno, si avanzará en la misma dirección de los cambios impulsados por Bachelet o dará un giro, y cómo quedará estructurado el Parlamento con el nuevo sistema electoral chileno que hará su estreno este 19 de noviembre.
Autora: Mónica Nanjari (VT)